top of page
Buscar
  • Foto del escritorCiudadano Toriello

Refutación a la refutación de la Refutación

Lloraba la plañidera, aunque todos supieran que no tenía vela en el entierro, pues le pagaban por llorar:  así que “cayendo el pisto y soltando el llanto” – refrán chapín del S.XIX. 


Un anodino allegado de La Hora -pelón y fachudo, para más señas- respondiendo a nuestra refutación de un libelo de su autoría desde su reincidente columna de opinión,  pidió disculpas públicas por el atrevimiento de haber llamado al Corredor Interoceánico de Guatemala (CIG) “un proyecto fallido”, una “fantasía” y hasta “una elaborada estafa”; en la que “personas que aportaron sus terrenos” dizque “no los pudieron recuperar”.  Pero tras la hipócrita condolencia, de inmediato volvió a la carga.  Argumentando que le quedaron “más preguntas que respuestas”, volvió a “echar pita, para sacar listón”.  Como si tuviera derecho a más respuesta que un enérgico coscorrón por imprudente,  desinformado y venal.  Que quede claro: el CIG no le pide al gobierno de Guatemala, ni dineros, ni garantía financiera alguna, sólo cumplir la Ley.  Tampoco está solicitando recursos, ni le está vendiendo acciones al público.  Sus socios, esos sí, reciben toda la información a la que tienen derecho, por los canales adecuados, y son por el momento, únicamente de los que en la jerga financiera internacional se denominan “inversionistas acreditados”, esos que por su sofisticación y recursos, no pueden ser sorprendidos  en su buena fe, por ignorancia o incomprensión de los riesgos a los que se meten.  Gente merecedora de llegar al banquete, ha sido invitada privadamente a acercarse al proyecto. Y a ellos se les da toda la información pertinente.  Pero eso no incluye al plumífero aludido, pues, como dice la sabiduría chapina: “no se hizo la miel pa’l pico’el zope”...


Queda claro que una pluma mercenaria, lejos de querer “proteger” al público con sus “expertas” dudas “técnicas”, en realidad no tiene más propósito que “sembrar cizaña” o hacerse dudosa propaganda personal.  Siempre tendrá “más preguntas que respuestas”, nunca quedará su malsana curiosidad satisfecha.  Aunque claro, eso siempre es más fácil cuando uno es cuñado “del que parte el queso” en una institución que solía comprar papel y tinta por tonelada, pero que ahora se conforma con sólo “darle aire”, en su limitado espacio cibernético, a -en palabras de Ortega y Gasset- “cualquier cagatintas”.  Si de veras quieren contribuir a la transparencia y “proteger los intereses públicos”, mejor harían en llevar a cabo una investigación periodística sobre por qué este transformativo e histórico proyecto lleva acumulados seis mártires asesinados, sin que el Estado de Guatemala -en las pasadas administraciones- haya aclarado esos -y muchos más- alevosos crímenes contra esta iniciativa patriótica. Claro, eso implicaría tener las agallas de tocarle “los testigos” de la virilidad, “al león”. Así que al cómodo dizque buscador de “transparencia” le señalamos directamente que la mejor disculpa que puede darnos, es no seguir pretendiendo sentarse en una mesa a la que no fue invitado.  Y a La Hora, de la que también a nosotros podrían ocurrírsenos plantear “dudas técnicas”, le sugerimos mejor reclamarle sensatez a su allegado, para no seguir haciéndonos “gastar pólvora en zanates”...


El Corredor Interoceánico de Guatemala sigue su curso inexorable.  La clara conveniencia de fincar en nuestro territorio un eslabón más de la cadena logística internacional ha despertado el interés de genuinos actores del comercio y las finanzas mundiales y muy pronto noticias concretas -que ya no podrán seguir siendo ignoradas, como el recientemente soslayado evento histórico en la Embajada de la República de la India en Guatemala- saldrán a la luz.  Los promotores del proyecto, por otra parte, tras casi un cuarto de siglo de lidiar con obstáculos ficticios, traiciones y amenazas de los cangrejos locales, ya saben en qué aguas navegan, qué puertas tocar y cuáles nó.  En el momento oportuno, las informaciones se irán haciendo de conocimiento público, sin dobleces ni falsedades, pues en el desarrollo social, económico y político de Guatemala,  este proyecto marcará “un antes y un después”.  Le guste a quien le guste, le cuadre a quien le cuadre.  Incluyendo a los cangrejos chapines, que ya pueden reacomodarse de nuevo en la olla en que se cocen, junto a los demás crustáceos...

498 visualizaciones5 comentarios

Entradas recientes

Ver todo
bottom of page