top of page
Buscar

Prolegómenos de la crucial próxima elección

  • ciudadanotoriello
  • 30 jun
  • 5 Min. de lectura

“Cuando el que manda es lobo, todos se le hacen corderos; cuando el que manda es cordero, todos se le hacen lobos.” – refrán nicaragüense, citado por el conservador P.J.Chamorro, en su novelada biografía de J.R. Barrios, “El Patrón” .


Temerosas de que el actual gobierno de Bernardo Arévalo no sea más que el preludio de un viraje más profundo en el rumbo del país, las fuerzas retrógradas que caracterizan al pensamiento ultra-conservador guatemalteco han venido tramando su defenestración desde antes de que éste asumiera el poder del organismo Ejecutivo.  Acostumbradas a la impunidad que injustamente les confiere la democracia de fachada en que vivimos y envalentonadas con el inesperado resurgimiento del autoritarismo autocrático en el primer mundo, se han atrincherado en los recovecos del organismo Judicial y en facciones menguantes, pero aún beligerantes del organismo Legislativo.  Así, todos hemos sido testigos de sus fallidos intentos por anular el resultado de las elecciones, de sus desesperados intentos de impedir la toma del poder de los ganadores de estas últimas, de su sabotaje institucional permanente y además de su inmisericorde campaña propagandística para desprestigiar a los actuales funcionarios, de sus fracasados intentos por provocar un golpe de Estado efectivo, ya fuera éste cruento o incruento.


No estando en el Ejecutivo, estos rufianes ejercen su poder persiguiendo a quienes combaten o han combatido la corrupción y cerrando medios de expresión independientes ya sea por la vía de espurios procesos jurídicos (como en el caso de elPeriódico) o por la vía del ahogo financiero, negándole publicidad y micrófonos a casi todas las voces que critican a su anciano régimen.  Complacen a sus patrocinadores al dejar sin seguimiento notorios escándalos de anteriores personajes poderosos y hasta con el ilegal “perdón” de exfuncionarios delincuentes ya encausados ¡lo que incluye “la devolución” de activos, confiscados legalmente por haber sido fruto del robo a los contribuyentes! Sin el acostumbrado “chorro” de recursos frescos robados al erario nacional, pero cobijados con los cómplices dineros de lo más miope del empresariado tradicional y recurriendo a los cuantiosos “ahorros” que han acumulado, hostigan a funcionariosactuales con acciones “legales” manipuladas, mientras cultivan en las redes sociales el mito de que vivimos actualmente bajo la égida “del peor gobierno de la historia”. Sus “conexiones” con el crimen organizado y el narcotráfico se han visto obstaculizadas en el Ejecutivo, pero se mantienen por la vía torcida e indirecta de las municipalidades cooptadas y de los diputados quelos carteles han colocado en la novena avenida; ya no digamos de fiscales y jueces venales a su servicio.  Aún así, no han podido avanzar mucho para recobrar el poder perdido: hace unos días, por ejemplo, “se tuvieron que tragar” que su intento por remover al actual Ministro de la Defensa (por su efectiva labor en mantener el orden constitucional) haya fracasado también, una vez más.Sí, ciudadano: están “mordidos” porque saben que se les ha arrebatado una parte del poder realy por eso, están empeñados en recobrar todo el poder...

A juzgar por los resultados de “las primeras vueltas” de las elecciones generales en lo que va del siglo, el caudal electoral que logran acumular estas fuerzas ultra conservadoras retrógradas es de entre un 15 y un 20% del electorado (“la mayoría de la minoría” y “gente sobornable” por su ignorancia y desesperación).  Como no hay anverso sin reverso, ni ying sin yang, en el otro extremo del espectro político hay otro grupo, de entre el 10 y el 15% de los votantes, que concentra a quienes, contra toda evidencia histórica, siguen creyendo en los fracasados cantos de sirena de la izquierda radical.  Esa izquierda ya no es relevante en Guatemala, pero como la existencia beligerante de un grupo radical le da vida al otro extremo, las diatribas entre ambos han secuestrado, estérilmente, el debate político nacional durante los últimos tres cuartos de siglo; para beneficio, fundamentalmente, del paradigma conservador, que ha prevalecido, más astutamente, con gana y maña, “salvándonos del comunismo”. De esa manera, aunque el 70% de los votantes ha sido históricamente moderado, los ultra-conservadores, pragmáticamente, han logrado capitalizar su exiguo 15% para acaparar el poder. Todo es cuestión de atomizar en pequeñas facciones a la mayoría, para ganar la primera vuelta con esa apenas suficiente minoría“dura” y así forzar la elección, “en segunda vuelta”, del candidato (o candidata) “menos pior”...


No nos llamemos a engaño, ciudadano.  Tenemos un ridículo sistema político sin auténticospartidos políticos.  Eso es así, por diseño.  Para que la discusión política se banalice. Para que los auténticos problemas nacionales no se discutan públicamente.  Para que no surjan líderes verdaderamente populares. Para que no surjan causas que de veras conciten la pasión de las mayorías.  Se añade a eso el truco de “la campaña anticipada”, el de la censura de facto de las opiniones disidentes en ciertos medios nacionales y el de la agresiva contratación de plumas mercenarias que enturbien el ambiente. Para desprestigiar la discusión política, para desmotivar la participación ciudadana, para anestesiar a la opinión pública. Los candidatos a diputados “se cuelan” sin apoyo popular a sus curules, mediante el sistema de forzar al electorado a aprobar “listas” de “listos” desconocidos, pero fieles a sus patrocinadores y a sus bolsillos. Para mantener nuestras torcidas “reglas del juego”, las que favorecen que nada cambie. Y por supuesto, el sistema implica la penetración de los tribunales y del Ministerio Público, para tener a disposiciónel recurso de “volarse” a cualquier líder que empiece a volvérseles de veras inconveniente. Pero aún así, la enjundia política del pueblo guatemalteco permanece viva y desafiante...


Por eso el régimen anciano, a través de su macro-operador, el “pacto de corruptos” (pdc) está actualmente tratando de “penetrar” a todas las instituciones que decidirán sobre el futuro proceso electoral.  Las comisiones de postulación, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), la Korte de Konstitucionalidad (KK) y la Corte Suprema de inJusticia (CSiJ), entre otras.  La idea es impedir cuanto antes la consolidación de este incipiente movimiento político genuinamente democrático, porque saben que cada vez será más difícil lograrlo.  La idea es “cortarle la cabeza”, ahora que todavía está “tierno”, para asegurarse al tomar todo el poder de que ya no pueda volver a surgir.  Se vienen, entonces, arbitrarias descalificaciones de incipientes partidos políticos existentes o en formación, procesos espurios para descalificar líderes, censuras ideológicas de facto y agresivas campañas de desinformación; penetración de instituciones variadas para manipular los futurosprocesos de escrutinio, fabricación de falsos escándalos y otras “güizachadas” por el estilo. Pero sobretodo, viene un esfuerzo deliberado por dividir y atomizar a esa mayoría moderada que busca que Guatemala se encamine hacia la auténtica República Democrática; mientras el pdcbuscará unificar el liderazgo del régimen anciano en una sola candidatura.


De manera que el reto está claro, ciudadano.  Viene un enfrentamiento entre las fuerzas retrógradas, las que quieren que nada, realmente, cambie (que son minoría, pero poderosa); y quienes quieren (el 70%) que Guatemala se encamine, tras tanto rezago histórico, por el camino de la modernidad democrática, esa que hace posible la prosperidad generalizada y pacífica.  Por eso los demócratas debemos estar muy atentos.  Nuestro primitivo sistema político no hace aún viable el sistema de elecciones primarias y por eso habrá que requerir de los candidatos potenciales mucha madurez y pragmatismo.  Para que, en base a los instrumentos de medición de opinión pública, se pueda articular a tiempo una futura propuesta política democrática inescapablemente ganadora.  Una que no permita que caigamos en la trampa de atomizar a las fuerzas democráticas mientras que las fuerzas autocráticas y retardatarias se unifican.  La clave es que usted, ciudadano, se involucre.  Que como parte de una mayoría hasta ahora fragmentada, participe en este crucial proceso cívico de interés nacional.  Porque usted que lee estas líneas, forma parte de la estructura informal de liderazgo de la nación.  Y el viejo régimen no puede callarnos a todos, aunque cultivando los miedos de la mayoría de la minoría, pretenda imponer una narrativa diseñada para embaucarnos. Los demócratas somos amplia mayoría, sólo necesitamos cobrar consciencia de ello. Para exigir que procesos democráticos ampliamente postergados, ya no se posterguen más. Para que, más temprano que tarde, se hagan las reformas necesarias para que nuestros representantes de veras nos representen.  Para que eventualmente haya partidos verdaderos, con ideología definida, con plataformas programáticas, con numerosos militantes y con democracia interna.  Para que la problemática nacional de veras se aborde públicamente.  Para que de veras empecemos a construir una república de todos los ciudadanos.  La de la prosperidad pacífica y generalizada. La de un capitalismo moderno e incluyente, y por eso, políticamente viable.


La administración de Arévalo tiene la grave responsabilidad de hacer esto posible. Garantizando que el proceso democrático no se descarrille con truquitos de güizaches tercermundistas.  Invocando la legitimidad de su mandato, cuando las circunstancias lo demanden, debe impedir otra burla histórica más al sufrido pueblo guatemalteco.  Recordando que entre la ridícula fauna ultraconservadora local hay quienes se sienten valientes “lobos”, porque perciben erróneamente -confundiendo el respeto a la Ley con debilidad- que quien hoy manda “es cordero”.  Así que “con la Ley en la mano”, si el pdc tienen la insensatez de subvertir el genuino proceso democrático, el gobierno actual deberá hacer prevalecer, sin miramientos, los derechos del pueblo.  Y no cabe duda, ciudadano, de que si así ocurre, el pueblo, “con ánima fiera”, acuerpará...

 

 
 
 

1 comentario


5931277
02 jul

Gracias por el artículo apreciado ciudadano, lo sigo desde que tuve conocimiento de sus artículos, sus entrevistas y, aparte de la gran calidad de redacción, admiro la profundidad de amor por nuestro país. Comparto su pensamiento, la peor tiranía es la de la mayoría. En el caso de la mayoría ignorante la distancia entre volver a las mismas mañas es más corta que seguir el rumbo propositivo para salir de este entuerto de 500 años. Gracias por compartir su pensamiento.

Me gusta
bottom of page