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  • Foto del escritorCiudadano Toriello

No votemos por ‘el menos pior’ desde la primera vuelta

“ZANDRA Y SURY SON LO MISMO / ¿SURY O ZANDRA? ¡YA MATTEI! / SON EL PURO CONTINUISMO / ‘PA QUE NO TRIUNFE LA LEY.” – Ya lo sabe el pueblo. La debacle del régimen se acerca...


Tras décadas de estar forzados a escoger “entre el cáncer y el sida”, uno de los pasatiempos favoritos del guatemalteco es “hacer cábalas” sobre la oferta electoral, para así “no desperdiciar el voto”; tratando de inclinar la balanza en los miles de pequeños debates domésticos que se llevan a cabo todos los días, hacia la opción “menos dañina” a los intereses y posturas de cada votante. El sistema lo sabe y por eso, manipula como puede a la opinión pública, exhibiendo acarreados, “empapelando” las calles, inundando con propaganda insulsa los medios de comunicación social, presentando sospechosas encuestas y “estudios de opinión pública” y en general, exacerbando temores y generando expectativas subliminales; para finalmente, imponernos “la voluntad de la mayoría de la minoría”, contra viento y marea. No ha habido -ni habrá- una discusión pública inteligente sobre los problemas del país y el camino propuesto por los candidatos y sus “partidos” para salir de nuestro predicamento. Se supone que el votante “adivina” que una es “de derecha”, la otra “de izquierda”... y el tercero, “pancista” (abanderado de los que sólo buscan “el derecho de su panza”; pues “no estamos ideologizados, mano”). El régimen, además, “se cura en salud”, eliminando, de manera ilegítima pero dizque “legal”, a algunas de las que considera las opciones más amenazantes (Thelma Cabrera y Roberto Arzú, para citar sólo dos ejemplos). Esa es “la magia”, entre otras, de nuestra aldeana y profundamente tercermundista “campaña anticipada”, en contraposición a la campaña perpetua de las verdaderas democracias modernas. Es en ese contexto que hay que analizar el debate público real que acontece previo al “sprint final” de la carrera -llena de trampas estructurales- cuya primera etapa se llevará a cabo el próximo 25 de junio. De esa cuenta, por un lado, está la dividida “troika oficial”: Sury, Zandra y el tal Meme. La primera, favorita del miope “club empresarial”, disfrazando sus verguenzas con una supuesta “cruzada” contra “la chairada”; la segunda, favorita de la gerontocracia del “club militar”, apelando a los ingenuos que aún creen que ella “le cumplirá a los pobres”; y finalmente, “el negro Conde”, a pesar de su evidente impopularidad, ofreciendo “que siga lo bueno” -¡ja!, apoyado en los casi inagotables recursos saqueados por la mafia de Timo Chenko en los últimos cuatro años. Cualquiera de estas tres opciones sería una desgracia para el país, con los titiriteros de siempre, gobernando, a medias, pues no pueden más, tras bambalinas. Significaría la continuación de la inmisericorde desinstitucionalización republicana de Guatemala, responsable de que los ladrones del erario actúen impunemente, de que quienes desafíen al régimen paren en el exilio o en el bote y de que Guatemala continúe su inexorable descenso hacia los indicadores sociales de Haití...


Por el otro lado, tenemos a Pineda, a Mulet y a Villacorta. Los demás, están inexorablemente condenados por el sistema a quedarse dentro del “saco de los siete enanos”. En el caso de Pineda, (el de “me dieron jalón, pero corro con mi propio pisto -¡chis!”), el creciente e inocultable rechazo al sistema ha estimulado a muchos potenciales votantes a amagar con repetir “el fenómeno Jimmy”, que ya sabemos cómo nos resultó. Espero que si la estructura informal de liderazgo ejerce su función natural, este revelador fenómeno sólo sea “llamarada de tuza”. No podemos olvidar que lo postula el partido que nos dio al diputado del cajonazo de ¡30 millones! al INSIVUMEH y cuya actual Secretaria General, le aseguró “el pase” al diputado de marras a otra candidatura congresil (en primera casilla) en otro partiducho “afín”, para mantener su impunidad. No nos equivoquemos, de nuevo, ciudadano, éste es otro potencial caso como el de aquél que decía no ser “ni corrupto, ni ladrón”; sólo que por más listo, más peligroso...


Lo cual reduce nuestra discusión a escoger entre Villacorta y Mulet, para porta-estandarte de nuestra rebelión contra el régimen. Para aprovechar que el régimen está débil: dividido, sin propuesta, desacreditado. Algunos conocidos conservadores me han reclamado que “cómo, siendo liberal,” puedo apoyar “a un par de socialistas”. Que en todo caso, “pasaría” Mulet, que es “menos izquierdista”, considerado algo así como un social-demócrata “light”. Que a Manuel, sin embargo, lo ven como “demasiado chairo” –“peligroso, mano”. Mi respuesta es sencilla: de lo que se trata la próxima elección es de salvar a la República Democrática. De no permitir que continúe en el poder un régimen que irá agudizando sus inclinaciones dictatoriales, hasta ahorcar todas nuestras libertades, so pretexto de “protegernos del comunismo”. Que Villacorta está en la contienda y creo es quien está mejor capacitado para encabezar esa indispensable rebelión. Que en todas las democracias modernas hay sólo un puñado de partidos, entre los que típicamente se alternan en el poder una versión social-demócrata con una liberal y ocasionalmente, una conservadora y otras agendas menores. Que en la cultura ultra-conservadora de Guatemala, hasta el monarquista Otto von Bismark hubiese sido tildado de “rojo” por haber puesto las bases del “welfare state”. Ya no digamos Lincoln, “soliviantador de la negritud” y repartidor de tierras del Estado. Que mientras haya una división real de poderes, se respete la libertad de prensa y se cuente con un sistema eleccionario justo, que la modernidad y la prosperidad requieren de una dosis mínima de tolerancia y alternancia en el poder, para que la sociedad “despegue”. Que Guatemala está urgida de un viraje hacia esa modernidad, hacia la construcción de la gran clase media, hacia la civilidad, que las mafias que nos gobiernan, hoy impiden. Que para ello hay que escoger a un líder y nada más que a uno, invevitablemente. Que si tanto les preocupa “el izquierdismo” potencial del Ejecutivo, que “voten cruzado”, por diputados -que no sean del Pacto de Corruptos- que contrapesen al Ejecutivo. Una forma de hacerlo, es votar en esta elección, por “Canela” para Alcalde de la ciudad de Guatemala y por diputados de su partido; lo que haría de CREO, un grupo de Centro-derecha, un elemento de balance en el poder real y en la conducción de la cosa pública. Pero hay que avanzar, pragmáticamente, en la construcción de una convergencia nacional para la defensa de la auténtica República Democrática, antes de que nos dejen, otra vez, “chiflando en la loma”. De forma similar, hay que buscar la convergencia con otras figuras y partidos afines. Que para la primera magistratura yo considero que Villacorta tiene “más ñeque” que Mulet para enfrentar lo que se viene: (i) permanecer en la contienda, (ii) defender el voto y (iii) gobernar contra el sistema. Que conforme avance el proceso, creo Villacorta tiene el carisma necesario para que se dé aquel conocido fenómeno de que “caballo que alcanza, gana”...


La manipulación inteligente de las encuestas, ciudadano, no es un ejercicio burdo. Exagera un poquito por aquí y deprime un poquito por allá, sobre todo en las etapas iniciales de la contienda. Busca crear “una tendencia”, que por la búsqueda sicológica del “caballo ganador”, empieza a volverse profecía auto-cumplida y a hacer menos necesaria la manipulación. Las empresas “serias” de medición de opinión, sirven con tino a sus patrocinadores (sobre todo al principio), pero conforme se acerca el desenlace final, disminuye el incentivo de la manipulación y crece el de “acertar” como “oráculo”. El votante inteligente debe estar consciente de este fenómeno y percatarse, además, de que la apuesta por sus principios, independientemente de las “lecturas” de opinión, si llega a coincidir con el sentir popular, eventualmente modificará las lecturas. Que lo que está en juego es el rumbo que queremos que tome el país y nó acertar en el vaticinio de cómo resultará un cartón de lotería. En otras palabras, el voto inteligente responde a los consensos que se logren crear en la estructura informal de liderazgo de la sociedad. El régimen no podrá robarse los resultados si se enfrenta a un inesperado tsunami de votos. A eso lo exhorto, ciudadano, a utilizar su capacidad de raciocinio y de persuasión, para que contribuya a crear la consciencia ciudadana que necesitamos. Una que no puede contrarrestar el régimen con dádivas o con cancioncitas insulsas. Una en la que el dinero malhabido pierda la batalla contra la inteligencia. Una que ha ocurrido antes, en otros tiempos y en otras latitudes y que ha cambiado la Historia. Y que ahora, podría, con su concurso, ocurrir aquí... Así que (1) llevemos a la Presidencia a Manuel Villacorta, un honesto social-demócrata; (2) a la Alcaldía de Guatemala, a Canela, un conservador moderado y progresista; (3) votemos nulo para el PARLACEN, para poner a prueba al sistema; y (4) para las demás alcaldías y diputaciones, votemos “CPR”, Contra el Pacto de Corruptos, castigando al régimen por su desfachatez y su indecencia.


Entre el 2024 y el 2028, casi independientemente de los resultados de la elección, Guatemala podrá aprovechar significativos cambios en las condiciones geo-estratégicas mundiales, para materializar su Corredor Interoceánico y transformarnos de un país productor de postres, en un relevante eslabón de las grandes corrientes del comercio marítimo internacional. Para pasar de ser un país fundamentalmente agrícola, a ser un significativo proveedor internacional de servicios logísticos. Para de veras “despegar” macroeconómicamente. Para eso necesitamos tener un gobierno decente. Uno que no pida mordida, de entrada, a toda inversión internacional. Uno que no invente obstáculos inexistentes para ver cómo sus funcionarios sacan ilegítima tajada. Los guatemaltecos tenemos que hacer ese futuro posible, nadie lo hará por nosotros y no ocurrirá espontáneamente. Tenemos que tomar cartas en el asunto. El cambio es posible, pero debemos involucrarnos. Esta vez, vote inteligentemente. Convenza, además, a sus conciudadanos, de que deben hacer lo mismo. Recuerde: en última instancia, no podemos evadir la realidad de que “cada pueblo tiene el gobierno que se merece”...


"Publicado en la sección de Opinión de elPeriódico el 2 de Mayo de 2023"

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