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Los fraudulentos gritos de fraude

Foto del escritor: Ciudadano TorielloCiudadano Toriello

“No hay peor ciego que quien no quiere ver.” – Refrán popular.


Se derrumban

La hipócrita “democracia de fachada”, en operación desde 1985, está, finalmente, desmoronándose frente a nuestros ojos, en Guatemala. La están derrumbando tres cosas: (1) la internet, que le permitió al público arrancarle a dos o tres periódicos medio amordazados y al corrupto sistema de radio y televisión nacional, el control de la opinión pública; (2) la inteligencia anteriormente recabada por el Tío Sam para proteger al régimen, ahora utilizada, desde los prolegómenos del 2015, para contribuir -con filtraciones a la prensa y al OJ- a reformarlo; y (3) una creciente conciencia ciudadana, frente a la prepotente arrogancia de los abusivos beneficiarios del sistema, malacostumbrados a imponer fácilmente su minoritaria voluntad en contra de los deseos de la mayoría.


Evidencia contundente de que se avecina un cambio de fondo, fue presentada hace unos días en el informe de la encuesta CID-GALLUP, patrocinada por la Fundación Libertad y Desarrollo e inexplicablemente ignorada por el único periódico impreso con pretensiones de circulación nacional que nos queda, el matutino Prensa Libre. ¿Será que también “le dieron una llamadita” a Mario Antonio los ya afamados “Chicho” y “Tommy”, para recordarle que “los que pagan al mariachi, son quienes piden las canciones”, o fueron simples celos torpes? Quien sabe. Pero la cosa es que la encuesta ignorada, ejecutada por una empresa que en el 2019 vaticinó con extraordinaria exactitud los resultados de la contienda presidencial de ese año, le dá una ventaja de más de tres a dos a Bernardo Arévalo sobre Sandra Torres, en la intención de votos válidos para el próximo 20 de agosto; “foto” del estado de opinión, por cierto, tomada apenas a finales de julio pasado y la que conforme pase el tiempo, es lógico esperar, se agudizará aún más a favor de quien va “subiendo”, consistentemente, en conocimiento del público y en simpatías, desde “el primer encontrón” que se dio “entre el doctor y la bruja”. Esto a pesar de que el candidato de “Semilla” no ha contado, como sí ha contado la UNE, ni con grandes presupuestos, ni con una organización partidaria pre-existente, de alcance nacional. Y sin perjuicio de que Bernardo Arévalo era mayormente desconocido hasta hace poco y que tampoco destaca particularmente por su encendido discurso o su grueso derroche de carisma personal, sino por encarnar la sosegada lógica patriótica de un inaplazable reformismo. Es un fenómeno histórico -con inocultables paralelismos al caso de su padre- que va “in crescendo”: en todas partes del territorio nacional lo reciben multitudes espontáneas, ilusionadas con la posibilidad de una nueva “primavera democrática”, para frustración de aquellos que están acostumbrados a llevar “acarreados” y a transar favores a cambio de votos. Es un fenómeno de sicología social que ilustra el hartazgo de la mayoría del electorado con un régimen que persigue y encarcela a la disidencia, que se roba descaradamente los escasos recursos públicos y que ahora se aferra criminalmente al poder...


La encuesta de CID-GALLUP ha tenido la virtud adicional de dibujar en detalle a las facciones políticas del momento: por un lado, están (i) los reformistas que pretenden, fundamentalmente, que se reanude la auténtica lucha contra la corrupción (43%) y que se frene la regresión institucional iniciada por “Jimmy”; por otro, (ii) los que despojados de sus caretas ideológicas, se aferran a la continuidad del régimen, aunque lo sepan corrupto (28%); y finalmente, (iii) los que a fines del mes pasado aún no lograban definirse ni por un lado ni por el otro (el 29%, integrado por un 22% de frustrados e indecisos y otro 7% de partidarios del “voto nulo”). Este tercer grupo ha sido el objetivo de una intensa “campaña negra” del régimen, que para el caso de los estratos altos, se concentra en tratar de convencer a los incautos de que votar por “Semilla” es “votar por los comunistas”; y que en el caso de los sectores menos educados, se centra en asustar “con el petate del muerto” de la “agenda de género”, dizque auspiciada por Arévalo. Pero la efectividad de esta campaña negra es bastante dudosa. En primer lugar, porque la “exguerrillera” (¡!) difícilmente puede postularse como “convincente anti-comunista”, dados sus conocidos coqueteos con las tiranías de Chávez, Maduro y Ortega, además de los doce años de “contra-propaganda” impulsada por los mismos que ahora pretenden vendérnosla como súbita “cuasi-liberacionista”. Da risa escuchar a furibundos “anti-comunistas” intimar que “ya no hay ideologías, vos; Zandra es ahora ‘la menos pior’, pues ‘todo mundo’ sabe que es sobornable, amiga de la buena vida”. Sin mencionar que teniendo potencial dominio del Congreso y de más de la mitad de las municipalidades, ese gobierno de la UNE sería aún más tiránico que el de Timo Chenko, su no tan disimulado gran aliado. Ya no digamos su pretendida imagen de conservadora cristiana renacida, a pesar de que es vox pópuli que se divorció del finado “Gavilán”, a la vista de todos, para poder buscar -infructuosamente, “para variar”- el poder. Hipocresía ahora bochornosamente aupada por algunos “pastores”, especialmente aquellos de helicóptero, caballos ‘pura-sangre’ y club de golf. Pero digan lo que digan los que ilegalmente olvidan que la Constitución y el ideario liberal obligan a separar al púlpito de la tribuna, éste es un país en el que la mayoría de los padres de familia, más que preocuparse de si dejan entrar a niños y niñas al mismo baño en la escuela, se preocupan de si la escuela tiene agua, de si tiene al menos un baño o hasta de si hay escuela...


Este cuadro -lógicamente- es poco propicio para la continuidad de un régimen que tras haber gobernado 180 de los últimos 200 años, no ha podido darle al pueblo, en suficiente cantidad y calidad, ni escuela ni hospital; ni caminos, seguridad y sana administración de justicia; ya no digamos propiciar condiciones para que haya suficiente empleo decente. Régimen que “todo mundo” sabe, además, se ha dedicado a ordeñar inmisericordemente al erario nacional. La creciente consciencia popular sobre esta realidad tiene inmensamente frustrada a “la mayoría de la minoría”, que ahora saborea lo que es no estar representada entre las opciones políticas que el sistema ofrece. Que en esta ocasión ya no puede forzar a la verdadera mayoría a escoger “al menos peor” de entre sus rufianes “derechistas”. Y es eso lo que da pábulo para que el grupúsculo que hoy realmente detenta el poder, con el apoyo de esa asustadiza minoría pudiente, contemple la posibilidad de aferrarse a ese mismo poder contra la Ley y contra la voluntad ciudadana mayoritaria (“a la Trump, vos”). A falta de un abierto golpe militar -para el que pareciera no hay “clima” propicio entre la actual oficialidad joven- sólo queda el “golpe técnico” para mantenerse en el poder. Éste tendría por objetivo inmediato impedir que se lleve a cabo “la segunda vuelta” -que saben no pueden ganar limpiamente- o que en caso no puedan impedirla, les dé excusa dizque legal para impedir que subsecuentemente asuma el gobierno el aparentemente inexorable futuro ganador. Por eso, han tratado -y seguirán haciéndolo- de descalificar -extemporáneamente y sin agotar el debido proceso- al Partido Movimiento Semilla, pintándolo como el ilegítimo fruto de un supuesto “pecado original” (“afiliados muertos y falsificación de firmas, mano” -dicen con una hipocresía descomunal- “estos ‘semilleros’, en realidad, nunca nacieron a la vida jurídica y por eso, Arévalo no podría asumir” ). Pero ese no-probado argumento, deslegitimado por el multitudinario y creciente apoyo popular de Semilla, que es lo que el requerimiento de firmas pretende constatar que existe, por si falla, ya no es el único mecanismo que se les antoja disponible. “¡Ah...! ...y no olvidar” -dicen- “¡El fraude electoral!”.


El supuesto fraude electoral

La fortaleza principal del sistema electoral que nos legó don Arturo Herbruger -orgullo de Guatemala y ejemplo para el mundo- reside en la participación de las (casi 25 mil, en 2023) “Juntas Receptoras de Votos” (JRV), integradas por miles de ciudadanos voluntarios (más de 100 mil), constituidos como funcionarios temporales (entre 3 y 5 miembros por junta) de la autoridad electoral y que son quienes directamente cuentan los votos, en las “mesas de votación”, al final de cada jornada comicial. Por sus grandes números y su desempeño frente a fiscales de todos los partidos que quieran y puedan apersonarse a cada mesa de votación, son la principal garantía de que el recuento es imparcial. El Acta que firman (“la número cuatro”) entre todos sus integrantes y acompañados de los fiscales partidarios que quieran y puedan hacerlo, es la base del sistema y ésta es más confiable aún que un hipotético “re-conteo” de las “cajas” y/o “bolsas” en las que se guarden las papeletas marcadas, pues “la cadena de custodia” de las mismas es inevitablemente vulnerable y una papeleta falsificada es físicamente indistinguible de una auténtica, cosa que no es el caso con las actas firmadas de las JRV’s. El problema -cuando lo hay- es lo que pasa con esas “Actas No. 4”, una vez salen del control de las JRV’s. Teóricamente, en el proceso “oficial”, dichas Actas son sumadas a nivel municipal, para determinar, entre otras cosas, alcaldes, síndicos y concejales, según lo reflejan las “Actas No.6” que producen las 339 Juntas Electorales Municipales (JEM), de ya sólo tres miembros cada una. Posteriormente, a nivel Departamental, las 23 Juntas Electorales Distritales (JED), también de sólo tres miembros cada una, suman las Actas No. 6 de su distrito, para determinar, entre otras sub-totalizaciones, las diputaciones distritales, según se consigna en las “Actas No. 8”. Y son esas “actas No. 8”, las que finalmente integra el TSE, para hacer las totalizaciones nacionales. Paralelamente a este “conteo oficial”, sin embargo, una “copia, en papel pasante” de las cruciales “Actas No. 4” se utiliza en un proceso concurrente, que al tener que coincidir con la totalización “oficial”, se constituye en una automática “auditoría interna”. Este proceso paralelo, mediante una “digitación” que utiliza sistemas computarizados, al hacer una “transmisión rápida” de los resultados “preliminares” (el sistema “TREP”) a un público impaciente, se vuelve una referencia obligada para el conteo “oficial”, por ser de conocimiento público temprano. Este año, además, entre otras reformas, el TSE autorizó que esa “copia en papel pasante” de las Actas No. 4, se “fotografiara” electrónicamente y que esa imagen “se subiera” a un archivo de “Respaldo Inalterable”; que reside en “la nube” y que también guarda -inalterablemente- la fecha y hora en que se subió. Fiscal Digital, una iniciativa ciudadana auspiciada por la Fundación “Herencia Cultural de Guatemala” (FundacionHCG.org), llevó a cabo una auditoría independiente y exhaustiva, identificando “los descuadres” entre los resultados obtenidos al totalizar independientemente las copias de las Actas No. 4 publicadas por el TREP, y los propios resultados publicados, hasta ahora, por el TSE. Los hallazgos son interesantes...


Tras revisar, con el auxilio de aproximadamente millar y medio de voluntarios y procedimientos informáticos para el reconocimiento óptico de caracteres (“OCR”, según sus siglas en inglés), las aproximadamente 121 mil Actas No. 4 de todas las contiendas (la de la Presidencia, las de Diputados Nacionales, las de Diputados Distritales, las Municipales y la del Parlacén), sí se encontraron “descuadres” -discrepancias- con los resultados del TSE. Estas discrepancias, en el caso de la contienda presidencial, no son suficientes para alterar el resultado en las adjudicaciones de ganadores. En el caso de diputados por lista nacional, no obstante, sí podrían afectar UNA curul; caso similar al del Parlacén, en el que hay otra curul posiblemente mal adjudicada. En el caso de las diputaciones distritales, por otra parte, hay 18 curules en las que las discrepancias podrían llegar a cambiar las adjudicaciones “oficiales” y en el caso de las municipalidades (incluyendo no sólo a los alcaldes, sino a los síndicos y a los concejales), hay 136 adjudicaciones cuestionables. Estas discrepancias son fruto, en algunos casos, de simples “errores humanos”, pero en otros, de aparentes alteraciones dolosas de los documentos. Esto se hizo posible porque algunas copias de las actas No.4 fueron “editadas” -con mayor o menor pericia- antes de ser “subidas” a “la nube” (cosa que en algunos casos se hizo muchas horas después de que las actas fueran firmadas). El caso más escandaloso es el de la ciudad de Guatemala, ese privilegiado “distrito central”, en el que las anomalías son grotescas: la “súbita” suspensión (la misma noche del recuento oficial) de un desde su inicio controversial contrato de conteo paralelo adicional ¡de ocho millones!, al que se decidió ya no pagarle el saldo pendiente de cinco millones, proporcionó la “excusa” para alterar in-situ el procedimiento pre-establecido y expuso la cadena de custudia de ¡más de 25 mil actas No.4! por varias horas. La evidencia circunstancial, además, indica que aquí sí hubo ocasión de consumar una alteración documental dolosa que podría haber afectado el balance de poder político capitalino y en el que aparentemente también hubo “siembra” de alteraciones ¡a favor de Semilla! aparentemente para “probar” que “ganó con chanchullo”. Algo así como cuando policías corruptos le “siembran” bolsas de drogas a noctámbulos incautos, para posteriormente extorsionarlos, so pena de ir a “parar -de madrugada- en la cárcel”. En ese tipo de “evidencia” se asientan muchos de los llamados a ¡repetir la elección! de quienes insisten en que la victoria de Semilla sólo puede explicarse como fruto de un sofisticado “fraude informático”, auspiciado por “siniestras organizaciones internacionales”...


El TSE tiene los medios para disipar todas las dudas, sin embargo. Con los onerosísimos equipos que adquirió (¡por más de cien millones!) y el numeroso personal con el que cuenta, puede -sin gastos adicionales- producir la imagen electrónica de los ORIGINALES de las actas No.4 que obran en su poder (y no permitir que “desaparezcan” junto a los órganos temporales que les dieron origen, como hizo la magistratura anterior con parte de las actas 4 y 6 del 2019) para colocarlas en el archivo de Respaldo Inalterable; en “la nube”, donde se puedan contrastar -por cualquiera- con las imágenes de las “copias de papel pasante” de las Actas No.4 que ya hizo públicas el TREP; y así evidenciar, de manera aún más contundente, si hubo alteraciones dolosas. Con toda esa evidencia documental (que incluye la hora en la que se “subieron” a “la nube” las imágenes que sirvieron para los cómputos del TREP), debiera ser, posteriormente, nuestro sistema de administración de justicia -esperemos, ya depurado- quien finalmente identifique los delitos y a los sindicados de cometerlos, para que así se puedan asignar, conforme a derecho corresponda, las responsabilidades específicas y las implicaciones institucionales derivadas. Fiscal Digital tiene un registro completo de las discrepancias detectadas y ya le envió al TSE, por los canales legales que nuestro ordenamiento jurídico contempla, un informe con un conjunto de recomendaciones para mejorar el desempeño de nuestro sistema (véalo aquí: www.fiscaldigital.net). Quizá las más importantes, en estos momentos, sean las pequeñas modificaciones al diseño del Acta.No.4, que sin aumentar costos, disminuiría considerablemente las fuentes de error, ahorraría trabajo a los voluntarios y aumentaría de manera significativa la velocidad a la que se pueden obtener resultados confiables para nuestra inminente segunda vuelta. Estas modificaciones de diseño implican usar unas “plantillas” impresas en los “formatos de acta” para la escritura estandarizada de los números de las actas, que los hagan legibles tanto a máquina como por el ojo humano. Y lo más importante: ordenar se produzcan imágenes electrónicas de los originales de las Actas No.4 (una foto de celular o un “escán” –hechas con equipos con los que ya cuentan actualmente todos los centros de votación) para “subirlas” al archivo de Respaldo Inalterable -“a la nube”- en el momento en el que las JRV’s firman sus Actas (ahorrándole a los voluntarios la necesidad de faccionar las “Actas No.5” -las “certificaciones”, hechas “a pie”). Esas Actas No.4, que nacen siendo de dominio público, serán así la tumba de futuros intentos de fraude y un genuino motivo de orgullo nacional, a nivel mundial...


Las próximas batallas

Para los más perspicaces partidarios de la continuación del régimen, cada vez está quedando más claro que no hay forma “ortodoxa” de remontar el obvio rechazo popular, aunque sigan los esfuerzos por “comprar” votos en las zonas rurales más aisladas. Por eso ya varias ratas se han estado “bajando del barco” (que “hace aguas”, sin haberse despegado del muelle), y es así que hemos visto “distanciamientos” y oportunas renuncias de funcionarios (“por motivos estrictamente personales”, o “por motivos de salud”), buscando prudentemente cómo asegurar sus oscuros patrimonios y futuras residencias discretas, ahora, antes de que aquello ya les resulte sumamente difícil. La incomparescencia de “la Atarántula” en el debate organizado por la Asociación de Gerentes y Guatevisión -que evidenció públicamente su debilidad intelectual frente a su opositor- no hizo más que ponerle otro clavo al ataúd de esa oferta electoral, con todo y su medio tartamudo “No.2”, como debiera ser obvio para cualquiera con dos dedos de frente. Pero no todos reaccionan “con la cabeza”, ni todos se pueden dar el lujo de enfrentar “civilizadamente” lo que está por venir. Por eso, se avecina un “endurecimiento de posturas” en algunos círculos, “apoyados” en el debate público por las clásicas admoniciones de quienes simpatizan con la autocracia: “ojo con la narrativa del pacto de corruptos, pues la corrupción realmente la causan las regulaciones, nó los reguladores”; o “queden advertidos” de los peligros de “quedar a merced” de un pueblo ignorante e influenciable, de las debilidades de la democracia, de la “tiranía de la mayoría”... Esta mediocre interpretación del sistema democrático “se va por la tangente”: ya Polibio, hace más de dos mil años, relató como Roma había logrado, con la República, equilibrar las virtudes y limitaciones de la monarquía, la oligarquía y la democracia. Ni la anarquía ni la dictadura son la solución, sino la república democrática, en la que la tiranía de la mayoría, es limitada por los derechos inalienables del ciudadano, consagrados en el Contrato Social, la Constitución; pero en la que tampoco se permite la tiranía de minoría alguna. El problema de Guatemala hoy, es este último: la tiranía de una minoría abusiva, que pisotea los mismos derechos inalienables del ciudadano que dice temer se mancillen por los muchos. Aunque también es cierto algo de lo que insinúan: en última instancia, “cada pueblo tiene el gobierno que merece”, pues “el precio de la libertad, es -y siempre será- la eterna vigilancia”…


Estas últimas reflexiones vienen a cuento porque la Corte de Constitucionalidad sigue jugando con fuego. En su ambivalencia, sus actuales magistrados parecieran querer quedar bien “con Dios y con el diablo”, hasta en tanto los comicios del 20 revelen la verdadera magnitud del sentir nacional:una abrumadora victoria de Arévalo aparentemente les facilitaría sobreponerse a las reacciones que su cercenamiento definitivo de las güizachadas dirigidas contra el partido Semilla podría provocar entre los que se niegan a abandonar el poder.Mientras que un mandato muy dividido, en los resultados electorales, les permitiría contemporizar con el oprobioso régimen que aún nos sojuzga, para extenderle un “puente de plata” a esta banda de guizaches, ladrones y fanáticos, de la que ellos han formado parte crucial.No entienden que para un pueblo crecientemente indignado, frustrado por los descarados esfuerzos para impedir la expresión de su voluntad, el asunto ya sólo es discernir si los cada vez más ilegítimos gobernantes van a salir “por las buenas”, sin arriesgar insensata violencia... o si lo van a orillar a ir a sacarlos del templo de la Patria, literalmente, “del pelo”...

 
 
 

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