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  • Foto del escritorCiudadano Toriello

La Hidra…


En el mito griego, la Hidra era un monstruo con varias cabezas de serpiente, al que cuando le cortaban una, le salían otras dos. Para salvar a la Grecia mítica, tuvo Hércules que hacer una de sus hazañas, matando al monstruo al cortar todas sus cabezas y cauterizar con su propio veneno las heridas, para que nuevas cabezas no volvieran a surgir. Esto viene a cuento porque el sistema político que ha gobernado Guatemala desde la firma de la Paz, ha sido un monstruo que originalmente tenía tres cabezas: una constituida por un pequeño grupo de grandes empresarios obstinados por preservar en Guatemala nuestro atrasado Capitalismo de Plantación; otra constituida por un pequeño grupo de malos exoficiales del Ejército, que obteniendo recursos de la corrupción en las aduanas y otras entidades públicas, le empezaron a disputar al CACIF su rol de “hacedor de reyes”, con camaleónico oportunismo ideológico; y finalmente, una “intelectualidad de izquierda”, que originalmente con “el 5%” de la USAC y una exguerrilla derrotada, penetró los sindicatos y la burocracia estatal, para promover un Socialismo Cínico, más concentrado en el disfrute del poder y en obtener recursos ilícitos para perpetuarse en él, que en un postergado afán por “reformar” a la sociedad. Para “sacar del juego” a todos los demás, una errática y hostil “entente” política se fue gestando a partir de legislación mañosa y de un “mercadeo político” mega millonario, cuyo resultado era que sin uno de estos tres grandes “financistas” y sus conexiones, mejor se olvidaba usted de participar en política partidista, ingenuo esfuerzo inútil. Todo lo cual, finalmente, devenía un desgastado, reciclado y vago ejercicio de confrontación entre socialistas cínicos y conservadores, con la mafia de los exmilitares “de bisagra” entre una facción de zurdos y otra del empresariado, entre los amigos de repartir lo ajeno y los que no quieren que nada cambie. Entre “izquierdas” y “derechas”, en ese nuestro atávico impasse histórico (Arbenz vs. Castillo Armas) sobre el que los titiriteros se han venido turnando la conducción del poder: así, primero Arzú, luego Portillo; de nuevo Berger, luego Colom y Sandra; finalmente, Pérez y Roxana y luego la debacle…

Por eso no hemos tenido verdaderos Partidos Políticos, esas entidades que teóricamente sirven para articular las corrientes de opinión que de veras existen en la sociedad; que reflejan sus anhelos, que son el camino republicano para que las aspiraciones ciudadanas lleguen a volverse, tras el proceso democrático, acciones del aparato estatal; con cientos de miles, si nó millones, de afiliados y simpatizantes, con democracia interna. En vez de eso hemos tenido un circo político, en el que “vehículos electorales” y sus “líderes de alquiler” han sido sólo aquellos que han gozado de la anuencia y el patrocinio de estos titiriteros tras bambalinas, de muchas ambiciones y de poca imaginación. Que procuran no se discutan realmente nuestros problemas, menos que la opinión pública se materialice en acciones gubernativas, sino que “basten” dos o tres frasecitas y una que otra canción, para imponernos sus agendas y ellos seguir “ordeñando” a la Res Pública. Por eso vivimos en una sociedad esquizofrénica, mitad capitalismo atrasado, mitad estatismo burocrático; sin auténtico desarrollo, sin esperanza ampliamente compartida. Por eso, pertenecer a un partido político no entra en su radar, como en otras sociedades en la que una gruesa proporción de la ciudadanía, toma Partido. Por eso, aquí ya no hay ilusión. Tal como lo han venido planificando los titiriteros…

Pero “no hay mal que dure cien años, o cuerpo que lo resista”. Nos guste o nó y para vergüenza nacional, tuvieron que venir unos extranjeros a “dejar desnudo al Emperador”: las acciones de la CICIG (con ayuda del espionaje gringo) vinieron a exponer, más allá de toda duda razonable, la podredumbre del sistema. Ante ello, la indignación ciudadana llegó al punto de que nuestras masas, espontánea y justamente enardecidas, “sin choque sangriento”, echaron del poder a la dupla Pérez/Baldetti. Y cuando vieron que la Hidra estaba a punto de volver con Baldizón o Sandra, volvieron a “encender en patrio ardimiento” y no lo permitieron. Pero tras decapitar parcialmente a la Hidra, surgieron (y siguen surgiendo) otras cabezas. Ahora resulta que Jimmy “hacía ojo pache” cuando aseguraba no ser “ni corrupto ni ladrón”. Y Sandra, milagrosamente, se salvó de un proceso que se quedó a medias. Y nuevas cabezas surgieron y hoy el monstruo escupe su veneno y se defiende. Ahora apoyan a Jimmy, cada cual a su modo, las renacidas cabezas (aunque Sandra “hace su luchita” para quedar “arriba”), porque el sistema se les desmorona. Y por eso el monstruo grita, cual bestia herida: “Fuera Iván, fuera la CICIG, fuera la CC… ¡viva la soberanía y a la miércoles los extranjeros!”

Pero no desmaye, ciudadano, si usted se involucra, viene un tsunami cívico. Ahora, con su concurso, pueden surgir auténticos movimientos políticos que luego se tornen verdaderos partidos. Ellos, los mafiosos, todavía no quieren creerlo, pero siete de cada diez ciudadanos los detestan. Sí es cierto, no hay manifestaciones en la Plaza, los ciudadanos tampoco quieren perder el empleo y saben que ahora “los muchachones” no ven con simpatía la oposición a este gobierno. En las próximas elecciones, no obstante, si usted se involucra, la Hidra se quedará sin cabezas. Y si salimos de la Hidra, hay cómo avanzar hacia una sociedad decente y moderna, que no expulse del país a uno de cada seis ciudadanos por falta de empleo y seguridad. Es una tarea hercúlea, lo sabemos, pero no hay que repetir el error que hicimos al “ungir” a Jimmy: lo que usted puede hacer es empezar por analizar la “Plataforma Ideológica y Programática” que un grupo de militantes del Partido UNIDOS ha sometido democráticamente a consideración de nuestra estructura partidaria. Estamos construyendo un verdadero Partido. Uno con ideología, con programa, con ideales. Queremos su corazón y su cabeza, ciudadano. Vaya a www.pla-ca.org y “baje el documento”. Analícelo. Divúlguelo. Critíquelo, denos retroalimentación. Sepa que en 1,909, Francisco Madero escribió un libro sobre “la elección de 1,910 en México” y ese fue el principio del fin de 35 años de dictadura, del “Porfiriato”. Hoy, en esta tierra, no tenemos que buscar una imprenta clandestina ni huir de la policía (aún), sólo divulgar esta “literatura subversiva”, por internet. Sí, divúlguela, hágala “viral”, entérese en detalle de cómo “nos han estado clavando”. Súmese al movimiento de la opción inteligente: UNIDOS. No vamos a contar con mucha propaganda, ni mucha plata, vamos a contar con usted. Con su celular, con su computadora y su poder de persuasión. Hoy hay un candidato a la Presidencia que aquí resulta inusual: un hombre honesto, preparado y capaz, Luis Velásquez; acompañado de un contingente de nuevos políticos, con ideología auténticamente liberal, lo que le dará nueva vida a nuestro Congreso; y lo que a la postre, enderezará a nuestras Cortes. En sus manos está la Patria, ciudadano. Recuerde: todo Pueblo, en última instancia, tiene el gobierno que merece…

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