“Regreso hoy tres minutos... para reflexionar sobre cómo una pequeña nación mal gobernada y en la que los mismos que la han destruido pretendían perpetuarse en el poder, empieza a encontrar un camino distinto para alcanzar sus anhelos...” – Dionisio Gutiérrez, ciudadano guatemalteco que arriesgó su vida durante “el Serranazo” (1993) en defensa de la República Democrática y que desde entonces, en este país de prejuicios atroces y según sus propias palabras, “ha ganado más enemigos que batallas para construir Democracia, Estado de Derecho y Libertad”.
El 15 de marzo de 1979, el exalcalde capitalino Manuel Colom Argueta, un carismático líder social-demócrata, logró que su partido, el Frente Unido de la Revolución (FUR), fuera, por fin, inscrito legalmente. Tras dialogar con los fundadores del clandestino “Movimiento Revolucionario 13 de Noviembre” (MR13), los militares rebeldes Luis Turcios Lima y Marco Antonio Yon Sosa en 1962, había insistido en canalizar por las vías institucionales, jurídicas y cívicas su lucha para resolver los problemas nacionales, renunciando públicamente a la violencia guerrillera. Por ello, la izquierda radical, desconfiando de su fe en las instituciones democráticas “burguesas”, siempre lo adversó amargamente. El régimen, por otra parte, lo quería “a puro tubo” fuera de la contienda presidencial de 1982, pues era evidente que en una elección libre, arrasaría en las urnas con una propuesta política agresivamente reformista. Sin embargo, el gobierno de Lucas García (1978-1982) no podía, sin evidenciar ilegalidad demasiado burda, detener los procesos institucionales. Por eso, en la fecha ya señalada, el FUR quedó registrado como partido político. Una semana después, no obstante, el 22 de marzo de ese mismo 1979, Colom Argueta fue asesinado –“por desconocidos”- en un complejo operativo militar que incluyó hasta a un helicóptero artillado destinado a “cazarlo” por las calles de la ciudad. Cuando lo alcanzaron y pese a la resistencia de sus desbordados guardaespaldas, todos acribillados también, su cuerpo recibió 45 impactos de bala... Al difundirse la noticia, en esta tierra de temblores y tragedias, muchos hogares de “la mayoría de la minoría” respiraron ¡con alivio! Me consta que muchas señoras muy persignadas, entre otras muchas “buenas personas”, con secreta complacencia, se dijeron a sí mismas que “gracias a Dios”, Guatemala “se había salvado”, una vez más, “¡del comunismo!”...
Viene esto a cuento porque el miedo visceral que en muchos hogares guatemaltecos pudientes despierta la “social-democracia”, sigue a flor de piel. No importa que la social-democracia se haya alternado pacíficamente en el poder, por la vía electoral, con conservadores y liberales, durante los últimos tres cuartos de siglo, en la mayoría de países del primer mundo, produciendo algunas de las sociedades más prósperas y pacíficas de la Historia de la humanidad. La social-democracia sigue siendo vista por muchos en Guatemala como “la antesala del comunismo”, cuando, paradójicamente es, frecuentemente, todo lo contrario: una de las maneras más eficaces de quitarle la bandera “de la justicia social” a los verdaderos y peligrosos radicales. Cuando señalo a mis conocidos conservadores la fuerte presencia que la social-democracia ha tenido en países como Dinamarca, Japón, Canadá, Israel o Alemania, por citar sólo algunos, inmediatamente me responden que “eso podrá funcionar en esos países desarrollados” (que lo son, por cierto, precisamente por haber desarrollado deliberadamente a sus clases medias), “pero que en la América Latina nunca va a funcionar”; y si nó, me dicen, “mirá a Cuba, Nicaragua y Venezuela”. Cuando menciono que lo pertinente para hablar de social-democracia en América Latina, es ver a Costa Rica y al Uruguay, que nos llevan amplia delantera en bienestar socio-económico aplicando medidas socialdemócratas en forma razonablemente honrada, entonces se escuchan voces grotescas que dicen, “tal vez allí, porque no tienen a ‘la indiada’ que nosotros tenemos; con este pueblo ignorante y resentido, aquí, de plano, nó”... Racismo descarado aparte (¡!), en lo que a eficacia económica concierne, cabe señalar que la social-demócrata Costa Rica ha recibido, por años, mucho más inversión extranjera directa, y más ingresos turísticos, que la dizque aspirante a “libertaria” (¿?), de mucho mayor potencial, Guatemala...
Pero cuando el argumento económico se queda corto, entonces se recurre a otros temores irracionales. Se usa una vieja treta: la emocional defensa de “nuestros valores cristianos”. En el S.XIX, por ejemplo, primero desde su dorado exilio y después in situ, el nieto de Juan Fermín de Aycinena e Irigoyen, el “tercer marqués” de Aycinena y eventual “obispo de Trajanópolis”, Juan José de Aycinena y Piñol (por cierto, un hipócrita homosexual, mal disimulado), instruyó a los múltiples tentáculos del Clan Aycinena para que con sus abundantes recursos se apoyara una insurrección armada contra el gobierno “hereje” del ilustrado Mariano Gálvez, como Jefe del Estado de Guatemala y contra Francisco Morazán, Presidente de la República Federal. Desde la Habana, el exiliado séptimo Arzobispo de Guatemala y anti-independentista, Ramón de Casáus y Torres, con el apoyo del Clan, enviaba encendidas “homilías” para que se leyeran desde los púlpitos, en las iglesias de toda la Nación. Argüían aquellos sermones de férreos conservadores, que teníamos “gobierno hereje”, pues éste había nombrado jueces “que casaban y descasaban”, que le habían robado sacrílegamente a la Santa Madre iglesia las propiedades “de manos muertas” que estaban destinadas a las “obras pías” y que además, habían suplantado temerariamente “al magisterio de la iglesia” en la educación. Que por permitir el pueblo tales atrocidades, la pandemia del cólera morbus había descendido sobre esta sufrida tierra “¡como castigo divino!”. La rebelión se fundamentaba en el falso escándalo de estarse propiciando “la destrucción de la familia y la propiedad”, a través de (i) el matrimonio civil y el divorcio; (ii) la puesta en circulación del capital congelado por la iglesia de herencias, extraídas, mayormente, a ingenuas creyentes moribundas, temerosas “del purgatorio”; y (iii) una educación pública laica, gratuita y obligatoria. El incendiario mensaje “dio bola” y aquel pueblo “ignorante y resentido”, manipulado por sus amos, “le pegó fuego” al país. Con armas y vituallas adquiridas con “el pisto” conservador, las desarrapadas tropas “del indio Carrera” sembraron el pánico, derrocaron al gobierno y la furia conservadora no descansó sino hasta ver fusilado a Morazán, en San José de Costa Rica, un aciago 15 de Septiembre de 1842. “Muerto el chucho, se acabó la rabia”, se dijo. El resultado fue que Centroamérica quedó fracturada en siete pedazos y que en vez de tener República en la así disminuida Guatemala, se instalara esa ridícula monarquía aldeana de “la noche de los treinta años”. Pero el objetivo real del Clan se cumplió: los aycinenistas conservaron el monopolio del comercio exterior del añil y siguieron siendo “los señores” de Guatemala, por tres décadas más, hasta que su propia estupidez los quebró...
El pasado 25 de junio, contra todo pronóstico, el voto de protesta del pueblo de Guatemala logró “colar” a Bernardo Arévalo a “la segunda vuelta” de las elecciones para elegir al próximo Presidente de Guatemala. El análisis forense del proceso de elecciones que está conduciendo Fiscal Digital, permite arribar a las siguientes conclusiones iniciales: (1) En algunas contiendas por alcaldías y diputaciones distritales, continuaron dándose circunstancias que permiten la consumación de fraudes locales exitosos, que vienen haciéndose desde hace varias elecciones; hoy en día, en particular, en aquellas en las que la imagen electrónica de las “Actas No. 4” se “subió” al archivo de “respaldo público inalterable”, varias horas después de haber sido firmados los originales del documento por las JRV y en las que se observan “descuadres” significativos; esto con mayor facilidad en localidades alejadas del ojo público y penetradas por la corrupción y el narcotráfico, pero aún en otras contiendas, antes impolutas. (2) En la contienda Presidencial, gracias a “la Ley de los grandes números” y al omnipresente “ojo público”, los resultados preliminares reportados por el sistema “TREP” del TSE, no evidencian desviaciones estadísticamente significativas en relación a lo manifestado por el pueblo en las urnas, según cotejo con las fuentes paralelas de datos, ahora disponibles públicamente como nunca antes. Mucho puede aclararse con el simple expediente de hacer nuevas imágenes electrónicas (y subirlas al sistema TREP con su respectivo respaldo público inalterable) de los originales de las Actas No. 4 que obran en poder del TSE. Consiguientemente, no hay excusa legal o ética razonable para retrasar e impedir el balotaje por la Presidencia, entre las dos opciones con mayor número de votos válidos. Así es: salvo un golpe de Estado, técnico o cruento, inexorablemente habrá “desempate” entre Zandra y Arévalo. Eso, por supuesto, tiene en crisis existencial a aquellos beneficiarios del régimen que saben que una Administración Arévalo traerá de nuevo al país una renovada y auténtica lucha contra la corrupción, que para muchos implicará investigación penal y muy probablemente, confiscación de activos mal habidos y cárcel. Por eso los defensores del régimen andan exacerbando los atávicos temores de nuestras clases pudientes en relación a la social-democracia y exhortando a las clases medias y bajas a la defensa de “nuestros tradicionales valores cristianos”. Por eso dicen algunos ridículos exponentes de la fauna política local que el triunfo de Arévalo es fruto de un fraude orquestado “por el foro de Sao Paulo”, y que Semilla quiere, no sólo destruir la propiedad privada, sino también a la familia, señalando al nuevo favorito presidencial, porque es tolerante de la diversidad sexual que naturalmente ocurre en ésta y en cualquier sociedad. Pero ya es tarde. No tienen los números, van muy retrasados en su propio juego, están perdidos. Por eso mismo, en su desesperación, algunos insensatos hasta llaman, no tan veladamente, a la consumación de un golpe militar...
Pero lo que viene es un cambio de época. En la Historia de Guatemala, sólo hemos tenido dos cortos períodos en los que no hemos estado dominados por el pensamiento conservador: de 1829 a 1839 y de 1944 a 1954. Veinte años en 200, un magro 10% del tiempo. Todos los demás años hemos tenido gobiernos que han respondido, abierta o solapadamente, por las buenas o a la fuerza, a las directrices de los poderes ‘tras el trono’. El astuto sistema político se ha asegurado de que nunca se hayan acercado al poder real, auténticos desafíos a su dominio. Eso, a pesar de que el pensamiento ultra-conservador no es mayoritario, aunque sí es abrazado paradójica y apasionadamente, por buena parte de nuestras timoratas clases medias. Por eso digo que se ha impuesto en nuestra tierra, consuetudinariamente, la voluntad de ‘la mayoría de la minoría’. Pero cada vez crece más el número de ciudadanos que entiende que para que la sociedad realmente progrese, es el electorado el que debe decidir si le concede temporalmente la conducción de la cosa pública a social-demócratas, a conservadores o a liberales. Eso es lo que está en juego en nuestra inminente segunda vuelta, por eso estamos en la encrucijada. El votante tiene hoy una opción decente, por primera vez en años, para retornar a la vida civilizada. Y contrario a los temores, viene una época de esperanza. Sin ir más lejos: importantes grupos financieros internacionales sólo están esperando que exista un gobierno decente, sin funcionarios descaradamente ladrones, para invertir cifras descomunales en el Corredor Interoceánico de Guatemala, el mismo que ha sido saboteado por las tres últimas administraciones de gobierno.
Sabemos que el infame régimen que nos mal gobierna, le apostará a que por haber sido mantenido deliberadamente en la ignorancia y en la indigencia, nuestro pueblo puede seguir siendo seducido con una mezcla de miedos inducidos, dádivas y presiones. Que sus abundantes dineros todo lo pueden. Que no existe tal cosa como la estructura informal de liderazgo de la sociedad. Que usted no alzará la voz, ciudadano. Pero ya prendió la llama con la chispa de la esperanza; el pueblo lo intuye, lo adivina. Sin mayores aspavientos, Arévalo le puede dar una paliza electoral al régimen, si el pueblo, efectivamente, dá el paso. Nos toca probar, ciudadano, que en esta batalla de la inteligencia contra el dinero mal habido, de la decencia contra el cinismo institucionalizado, prevalecerá la promesa del futuro sobre la agonía del pasado. Que como me habría gustado contestarle al difunto poeta Hugo Arce, que sí podemos ser un pueblo que merezca a este extraordinario y bello país que heredamos...
Que situación paradojica. Primero, el imprevisto y bienaventurado desenlace del primer tiempo del partido, con un resultado de infarto de 1 a 0, a favor del proceso de democratizacion que auspicia la Constitucion Política de esta agonica Republica. Y ahora de nuevo, en el próximo segundo tiempo, una inquietante y siniestra paradoja. Dos opciones muy diferentes, e incluso contradictorias. Una popular e independiente del pacto de corruptos, representando a los más jóvenes, ilustrada y con abolengo democratico, dispuesta a devolverle vigencia plena a la Constitucion con total apego a ella. La otra, con el acompañamiento paradojico de un empresariado obtuso y confuso, que vacila victima de sus miedos y sus culpas ancestrales, que decanta su actitud, por la representante fundaciona…
Excelente análisis de la situación política actual. Ya con el fallo de la CSJ, se despeja el camino a vivir, aproximadamente 78 años después, el legendario grito de la batalla política más impresionante que ha experimentado el país: “VIVA AREVALO”. Que hará retumbar las montañas -de gente que vislumbra la esperanza en un nuevo país- que se agitaran ante la perspectiva de un floreciente Porvenir. Es inexorable el cambio, “yo tengo fe que todo cambiara y el aire de justicia que se empieza a respirar”.
LA PERTINENCIA DE ESTE ANÁLISIS ES INCUESTIONABLE, EN MEDIO DE ESTA GRATA RENDIJA DE OPORTUNIDAD QUE COMO NACIÓN NOS BRINDA LA HISTORIA ACTUAL.....
Sin duda estamos viviendo una etapa con mucha esperanza, dado la sorpresa del "Síndrome Arévalo - Semilla", que nadie esperaba, especialmente este grupo macabro y abusivo Pacto de Corruptos, cuya cara visible es el mal llamado "fundaterror", o posiblemente, sin quererlo, es el nombre ideal para los objetivos y fines que persigue.
Sin embargo, aún falta concretar esta elección, razón por la cual no puede darse la más mínima oportunidad o ventaja para que se reacomoden y puedan, dado la cooptación institucional de la que disponen, para que sus planes macabros se realicen, amparándose bajo la oscuridad del sistema político corrupto e impune que administran.
Por otro lado, no se puede permitir que ideas del pasado, como el comunismo y…
Excelente! Me encanta leerlo!