“Una nación puede sobrevivir a sus idiotas y hasta a sus ambiciosos. Pero no puede sobrevivir a los traidores solapados que medran de la corrupción. Esos traidores que no parecen serlo… que le hablan en tono familiar a sus víctimas… que apelan a la ruindad que anida, escondida, en el corazón del hombre. Ellos pudren el alma de la nación, trabajan en secreto y en nocturnidad para socavar los pilares de la sociedad; e infectan el cuerpo político hasta que éste ya no puede resistir. Debiéramos temerle menos a los asesinos que a estos desgraciados... ” – Marco Tulio Cicerón, Roma, circa año 42 adC.
“ ‘Ora sí te llevó candanga, pizado” – me dijo desde que contesté su llamada (porque ahora, no sólo me lee mi primo, sino también su abogado, el confianzudo). “Ya estás en la mira de la ‘Liga contra los chairos’ y hasta el mero mero ‘anticomunista-en-jefe’, el de la ‘Fundación pro-Zarismo’, te tiene ubicado, mano”. Sin parar a respirar, continuó: “...’so te pasa, por andar alborotando el hormiguero con esas tus pajas de los ‘contrapesos republicanos’”. Entrecortadamente, como si temiera que lo fuera a interrumpir sin que pudiera desembuchar todas sus cavilaciones, continuó: “Te fuiste de boca tergiversando mis argumentos sobre que esos magistrados ceróleos se están ‘autoamparando’; no entendés, verdá, que ‘no se puede ser juez y parte’...no sé porqué te cuesta tanto.” Paró en seco, como diciendo “¿y ‘ora que vas a decir’? ”. Tratando de bajarle el tono emocional al intercambio, le respondí: “Imaginá, Alfonsito, qué habría pasado en tus adorados EEUU, si la Cámara de Comercio de allá, por ejemplo, hubiese contratado a un abogado como vos para sindicar a los magistrados de aquella CSJ de haber cometido un delito al pronunciar una sentencia que no les gustó.” Respiré y continué: “Y que cuando esa CSJ desestimara, naturalmente, tal atrevimiento y frivolidad, acusaran a sus magistrados de ‘auto ampararse’ ¡pidiéndole al Senado que los defenestrara!” “Eso es el equivalente de lo que el pensamiento conservador, está pretendiendo hacer ahora, aquí, en Guatemala. Con el agravante de que con todo y sus errores, limitaciones y sesgo ideológico, la CC aquí es el último valladar que impide que las mafias políticas controlen a todo el OJ”.
“¡Ahh...nó, neneco, te me estás saliendo del huacal!” – dijo con convicción. “Cuesta imaginar a una Corte Suprema ‘americana’ en la que sus integrantes se pronuncien teniendo impedimento”. Tosió, como para darse tiempo a pensar y siguió: “Es complicada esa postura tuya, mano, significa que vos creés que estos magistrados chairos están exentos de cometer prevaricato. Si por vos fuera, esta Corte Celestial podría resolver siempre como quisiera”. Interrumpí: ”Sí, claro, como toda Corte independiente”. “Pero entendé: -me dijo ya alterado- en este particular caso, hay impedimento claramente definido, ¡están violando la Constitución!”. ”Antes de que te pongás a citar artículos fuera de contexto”- le aclaré- “no cuesta imaginar que la CSJ de los EEUU te habría mandado al carajo si hubieses pretendido acusarlos penalmente por emitir una sentencia. Y ¡al bote! si hubieses pretendido después acusarlos de ‘autoampararse’ pidiéndole al Senado que los defenestrara...” “¡Sos necio, verdá, pizado!” -reaccionó con enjundia- “No te extrañés si después le dan instrucciones a Yovani Paparatti y a Cien-palabras-por-minuto de que te hagan mierda en sus blogs...” No pude menos que sonreír. “Sabés que es lo más patético, Alfonsito” -le confié con compasión- “... que ni siquiera te has dado cuenta de que no estás defendiendo tus intereses sino los de ‘tus patrocinados’; que como el resto de ‘güizaches’ que andan enredando el tema para que nadie entienda, sólo sos un instrumento; y que ellos, tus patrones, en el fondo, a vos te desprecian, porque para ellos no sos más que un ‘arribista de medio pelo’, que de momento, les resultás útil...” Desconcertado, sólo atinó a balbucear: “Todo lo politizás, mano; todo lo politizás. Como buen ‘chairo’, todo lo politizás...”
El pensamiento conservador cree que sus opiniones no son políticas, que son “sentido común”. Sólo las opiniones que no son conservadoras, según esa mentalidad aldeana, son “opiniones políticas” y ésas, “están envenenando a nuestra administración de justicia”. Pero la verdad es que en el sistema republicano, que nació del pensamiento liberal, la administración de justicia en una sociedad es fruto, precisamente, del proceso político. En los EEUU, que es el sistema que nuestros conservadores entienden más (aunque no mucho) porque lo han visto por televisión, efectivamente hay magistrados de izquierda y de derecha que van siendo resultado del juego político. A veces predominan unos, a veces otros, pero siempre se les respeta. Para cambiar el sesgo de la Corte -que siempre existe- se deben ganar elecciones. De manera que en última instancia, un problema como el que divide hoy a Guatemala, se resuelve políticamente, con elecciones. Pero el problema aquí es que nuestros partidos políticos no son tales. El sistema político está castrado desde 1985, por diseño y con la anuencia expresa de los mismos que echaron a la CICIG y que ahora quieren defenestrar a la CC. Como el sistema político no es representativo del peso auténtico de las corrientes de opinión existentes, los conservadores, que siempre están “cerca del pisto”, se han acostumbrado a manipular el entramado republicano para imponer su voluntad, aún en contra de la voluntad de la mayoría. Lo han hecho a lo largo de nuestra Historia. Y una vez más, quieren hacerlo. Pero ese jueguito se está acabando... Los que no lo quieren ver, carecen de olfato político, aunque se autodenominen líderes políticos, que por cierto, hoy, como siempre, ‘brillan por su ausencia’ o están mudos...
Mal momento escogieron las élites para esta nueva arremetida. Al finalizar la semana pasada, con “unidad granítica”, el mismo grupúsculo de dirigentes gremiales perennemente reciclados, utilizando a todas “las Cámaras” de caja de resonancia, evidenciaron un nuevo y coordinado esfuerzo para imponer la voluntad de “la mayoría de la minoría” sobre el consenso ciudadano. Las adicionales y pomposas publicaciones del CEDECOM y sus adláteres, o los berrinches del frustrado vicepresidenciable, no los hacen ni más populares ni más numerosos. Van a ser desafiados y con éxito. Van a quedar en ridículo, como lo merecen. Porque simultáneamente, los del Norte destaparon “el escándalo ‘Acisclito’ Valladares”, que pinta de cuerpo entero los resultados de haber echado por tierra la lucha contra la corrupción, que fue la anterior “hazaña” de la coalición conservadora y que ahora quieren consolidar defenestrando a la CC y poniendo a una nueva CSJ ad-hoc : ahí tenemos a un ex ministro/ejecutivo de “alta alcurnia”, ex favorito de CACIF, consiguiendo “pisto shuco” con un “banquero de segunda” para sobornar a nuestros flamantes “dipucacos” y así pasar una “Ley a la medida”, que favorece a una de las telefónicas “privatizadas con chanfle”... El mensaje que envían del Norte, es claro; y si nó lo cree, amigo lector, dele un vistazo a la reciente entrevista que le hicieron en este mismo diario, al ex Embajador McFarland. Pase lo que pase en las elecciones de Noviembre en la parte de arriba del mapa, regresa el ojo indiscreto de la inteligencia norteña a destapar “chambres”...
Por cierto, lo menos que podría hacer ese cruce entre Moisés, Santaclós y “el abominable hombre de las nieves” en que se ha convertido Acisclo Valladares Molina, es renunciar. No puede defender públicamente a “su hijito” y seguir representando, sobretodo con esa pinta, a Guatemala en el exterior. Y si no lo hace y el Ministro de Relaciones Exteriores, su pariente político, no se lo exige; pues habrá que pedirle la renuncia, también, al nuevo Canciller. Despertemos, ya, chapines. No permitamos que por enésima vez en nuestra Historia, el obcecado pensamiento conservador nos imponga el derrotero del atraso. Esta torva alianza entre los fufurufos que se reúnen en los “pent-houses” de la zona cuatro y los rufianes que pueblan el Mariscal Zavala y buena parte del Congreso de la República, debe ser desafiada. Después del “chumul” de solicitudes de levantar el antejuicio que presentó “la vigilante” Fiscal General, para tener éxito en su conspiración tienen que contar con el voto de 107 diputados y por de pronto, sólo tienen a 92. Hagámosle saber a los diputados que quieran traicionar a la República nuestro desagrado. Escribámosles, enviémosles memes, saquémosles la lengua. Enterémonos de quiénes son y publiquemos sus fotografías en las redes. Ponga un letrero en su oficina y en “el bomper” de su carro. Dígale usted también NÓ AL GOLPE. Respeten a nuestra más alta Corte. Respeten la Constitución...
"Publicado en la sección de Opinión de elPeriódico el 11 de Agosto de 2020"
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