“¡Miente, miente, que algo quedará!” – frase atribuida a Joseph Goebbels (1897-1945), jefe de propaganda del partido Nazi, a quien también se le atribuye la proposición de que “la verdad es una mentira repetida suficientes veces”.
Tras fracasar su plan de obligarnos a escoger “al menos peor” el pasado 25 de junio, esa laxa coalición de poderes fácticos conocida por el pueblo como el “pacto de corruptos”, le ha venido apostando a otras estratagemas fracasadas. Como el tratar infructuosamente de impedir, primero, la participación de Bernardo Arévalo en la “segunda vuelta” y después de su abrumadora victoria electoral, tratar de defenestrar “legalmente” a su partido político por supuestas irregularidades en su inscripción ¡de hace cinco años! a través de un juez sin jurisdicción en el tema y en pleno período electoral. Por último, ahora recrudece el asedio, para que tras el fin legal del período electoral, el venidero 31 de octubre, de nuevo se trate de impedir que el Presidente electo asuma el poder el 14 de enero próximo con el cuento de un invalidante fraude; o cuando menos, lograr tenerlo “acorralado” entre un futuro Congreso hostil y nuestras “altas cortes” (¡¿?!), si logra ser investido. Es un golpe de Estado “en cámara lenta” que el régimen ha venido orquestando, por una parte, para tratar de detener la inexorable rendición de cuentas de quienes nos han venido esquilmando directamente, y por otra, para tratar de conservar las cosas como están, favoreciendo en el gobierno sólo “al uno por ciento”, para así “salvarnos del comunismo”. Pero con la opinión pública fuera del control al que estaban acostumbrados antes de que existiera la internet; con la inteligencia del poderoso vecino del norte nó al servicio de la preservación del régimen, sino trabajando activamente en minar el poder de los corruptos; y con la aparente indiferencia de un aparato militar con el que antes contaban casi incondicionalmente, los aprendices de golpistas libran ahora una intensa batalla no sólo en el frente legal, sino además, en la arena de la opinión pública. Por eso sus corifeos repiten incesantemente varias patrañas que esperan les ganen el favor de una otrora poderosa y ahora dubitativa “mayoría de la minoría”, que complemente a su grupúsculo de rateros cómplices y a sus cada vez más escasos acarreados. Pero, la mayoría del pueblo ya los conoce y sabe que sólo son, efectivamente... ¡puras patrañas!
Primera patraña: que la Comosiama y el Curruchiche son heroicos defensores de “la legalidad” y de nuestra soberanía. Ahora resulta que pretendan que creamos que la retorcida institución que bajo su mando se negó a indagar qué pasó con las vacunas rusas, con la “alfombra mágica” y con muchos otros desfalcos al erario consumados a la vista del público, han tenido un arrebato de consciencia y van a salvarnos de las nefastas consecuencias de que existan “las firmas falsas” de las que hablaba, obsesivamente, la Tarántula. Como si no fuera evidente que el interés en resucitar un caso de poca monta -del mismo tipo de otros muchos, ignorados- ya ventilado ante autoridad competente, sin objeciones legítimas en el momento procesal oportuno, es sólo “joder” al partido político que “se les coló” en las urnas y que con su inobjetable triunfo echó a perder sus nefastos planes. Por eso hipócritas “analistas” dicen que el comportamiento de la Comosiama y de Curruchiche es “heroico”, que ambos defienden nuestra “soberanía” contra “metiches extranjeros”; que Semilla tiene que entender que “quien nada debe, nada teme” -aunque, de paso, te nieguen ser oído y vencido en juicio- y que ignoremos, en fin, que lo que realmente están tratando de hacer, es cambiar las reglas del juego después de que perdieron -por goleada- el partido. A los de antemano convencidos -emotiva, no racionalmente- y que hablan de esta “heroica defensa de la soberanía”, les importa un pepino que el MP esté invocando fueros inexistentes mediante la colusión de conocidos “jueces de alquiler”, pasando a troche y moche por encima de la Constitución, eso sí, con la hipócrita y cómplice aquiescencia velada de nuestras “altas cortes”. Al fin y al cabo, se dicen a sí mismos, “se trata de impedir un peligroso gobierno de esos ‘semilleros’, que son ‘chairos’”...
Segunda patraña: “Arévalo, si es que no hubo fraude, fue electo por una minoría”. Les arde reconocer que sin pisto, sin recursos para una organización nacional, sin ofrecerle al pueblo baratijas, Arévalo ha despertado una genuina, espontánea, masiva y creciente esperanza en un futuro mejor, y por eso, no sólo ganó abrumadoramente las elecciones, sino cuenta con el entusiasta respaldo espontáneo de amplios sectores de toda la sociedad guatemalteca. Dicen que en un país de casi 18 millones de habitantes, sus 2.4 millones de votos, “no son tantos”. Convenientemente incluyen en sus números a niños y menores de edad, ya que según el RENAP, andamos por 10 u 11 millones de ciudadanos en edad de votar, de los cuales el régimen no les facilita a los jóvenes el empadronamiento (porque los jóvenes usualmente son contestatarios). El padrón legal, entonces, fue de 9.3 millones para las elecciones, el cual incluye a los aproximadamente 3 millones de guatemaltecos que viven en el extranjero y a quienes tampoco se les facilita votar. Eso quiere decir que (descontando también a los muertos a los que no les han dado “de baja” en el RENAP, tendremos unos 6 millones de potenciales electores reales, de los cuales 5 millones (el 83%) votaron en primera vuelta y 4.2 millones (el 70%) en la segunda. Compare usted estos porcentajes con los de democracias “avanzadas” como la de EEUU, en donde el abstencionismo ha sido tradicionalmente mayor al 40%, aunque en la última elección presidencial, la participación llegó a un inusual 66.9% de la población “elegible”. Tome en cuenta, también, que doña Zandra, con un millón de votos menos, sí encontró su bastión en los cinturones de pobreza rural, donde la combinación de ignorancia, indigencia, malas comunicaciones, corrupción local y narco-cacicazgo, hacen posible el éxito del sistema de “acarreados” y la burda compra de votos. Pero si lo dudan, Arévalo puede llenar las plazas con un twit, con apenas un poquito de coordinación, sin acarreados, como los que sí necesita el impopular y nefasto régimen que nos desgobierna...
Tercera patraña: “Arévalo ganó con fraude”, absurdo cuento en plena confección. Lo que el MP está intentando torpemente con su allanamiento del TSE para secuestrar las Actas electorales, es “demostrar” que hubo “gran fraude”, lo que “invalida” la elección. Que con base en las conocidas irregularidades en “la Muni” de Quiñónez y en municipios del ya mencionado cinturón de pobreza rural, se puede concluir que las elecciones fueron “tan viciadas”, que “hay que repetirlas”. Eso ignora muchas evaluaciones con base en los hechos, como el llevado a cabo por Fiscal Digital, que analizó ¡el 100%! de las Actas y que concluyó que en el caso de la elección Presidencial, la “ley de los grandes números” (que requiere que para lograr un fraude exitoso haya que alterar muchísimas actas) y la especial vigilancia ciudadana, hizo el fraude por la Presidencia (no otros, como los de las diputaciones distritales, por ejemplo), imposible estadísticamente. El cuento del mediocre manejo de los sistemas informáticos, las compras sobrevaloradas de los equipos, las irregularidades no aclaradas en Juntas Municipales y Distritales específicas, así como el errático manejo de las candidaturas “descalificadas”, son asuntos pendientes de aclarar públicamente por un merecidamente controversial TSE; pero no invalidan la limpia elección de Bernardo Arévalo, al frente de un partido bisoño, sin presupuestos, sin organización nacional, ¡sin siquiera suficientes fiscales para cubrir todas las mesas electorales del país en primera vuelta! Ganó limpiamente porque “al pueblo le dio la soberana gana” de investirlo con su esperanza en un futuro mejor y “¡donde manda capitán, no manda marinero!”
Estos golpistas están siendo financiados por un grupúsculo de herederos/empresarios con más pisto que sesos, que afortunadamente se está quedando cada vez más aislado (ya la mayoría del CACIF llegó a la conclusión de que no pueden ignorar la creciente molestia de “la América indispensable”, no vaya a ser que “nos empiecen a cortar la leche”, a todos). Financiados, también, por los hoy millonarios rufianes de turno del sistema, empezando por Timo Chenko y sus secuaces y apoyados operativamente por muchos diputados, magistrados, jueces y burócratas de alto nivel, todos cooptados por pisto o por miedo. Cuentan también con el apoyo de entusiastas cuanto ridículos corifeos entre académicos, seudo-periodistas y net-centeros. Se les están escaseando los alcaldes y sus respectivos acarreados y sus contactos militares -conscientes de los vientos que soplan en el norte- “se están haciendo la brocha”. Las “altas Cortes”, eso sí, siguen jugando a quedar bien “con Dios y con el diablo”, porque son fruto del mismo podrido sistema que el pueblo quiere defenestrar. Pero, no tienen futuro; aunque un puñado de mentes calenturientas -conscientes de que van a perder modus vivendi, fortunas y hasta la libertad personal- los está empujando a extremos cada vez más peligrosos. Los exilios disponibles se les están reduciendo conforme se van acercando más al “todo o nada”...
En última instancia podrían orillar a nuestro popular Presidente electo a establecer un “Gobierno provisional en el exilio”, en alguno de los varios países vecinos que ven con simpatía a su futuro gobierno. Para desde ahí convocar, en coordinación con su futuro Ministro de Gobernación y su futuro Ministro de la Defensa, a un selecto grupo de oficiales del Ejército que estén dispuestos a hacer prevalecer el imperio de nuestra Constitución. De de esa forma, el próximo 14 de enero, antes de las 16 horas, cuando automáticamente se convierta en el Presidente Constitucional en funciones, podrá entrar triunfalmente al país, con la legitimidad que le ha conferido el pueblo, con la legalidad que le confiere la Constitución y con la legítima fuerza coercitiva del Estado, para arrestar a aquellos que aún permanezcan en abierto desafío a nuestros claros mandatos constitucionales y a la soberana voluntad popular expresada en las urnas. Pensándolo bien, este escenario hasta facilitaría la concreción de las reformas políticas que demanda el pueblo y que tienen que ver con cómo elegimos diputados y magistrados de las altas cortes. ¡Tiemblen, golpistas!
Al incluir la calidad de ser indígena como una de las cosas que facilitan el "sistema de acarreados y la burda compra de votos" junto a otras realidades como lo son la ignorancia, malas comunicaciones y lo que usted llama "narco cacicazgo", independientemente de lo acertado ó no que sean el resto de sus comentarios sobre la presente situación política en Guatemala, esta usted manifestando que en su intelecto aún acarrea la lacra del racismo.
Muy buena, realista y entretenida lectura con su respectivo toque de humor 😉
Excelente disertación o artículo qué vale miles de miles para usted le felicito por la increíble patrañas hipocresías y demás hiebas gracias por tenerlos bien puestos. Disculpe lo malcriada que soy yo le digo al pan. Pan. Y al vino vimo. Orgullosa de contar con un ciudadano tan veraz como ejemplar. Y expresar las verdades si tapujos. Cientos de felicitaciones para usted y mi admiracion.