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Foto del escritorCiudadano Toriello

¡Echémoslos de una vez!

Zandra y Sury son lo mismo / Zury, Sandra ¡ya Mattei! / Son el puro continuismo / ¡pa’que no triunfe la Ley! .


No voy a especular sobre aquello de que “en arca abierta, hasta el justo peca”. Ni a señalar que como “poderoso caballero es don Dinero”, los temores que Villacorta despierta “en la gente rica”, hayan podido motivar desplazarlo desde el tercer lugar en las encuestas, hasta el sexto, “inflando” (para no despertar sospechas) a Zandra, “la hacedora -con su voto de rechazo- de Presidentes”. Ni a decir que el hecho de que a Mario Antonio Sandoval “le caiga mal” Villacorta, haya podido tener alguna influencia en la presentación final de la única encuesta medio profesional con la que cuenta el electorado guatemalteco; un electorado, por cierto, “amaestrado” para “no desperdiciar su voto” y dirigirlo desde el principio, “al menos pior”. Ni tampoco me voy a referir a obvios errores metodológicos, como la sobre-representación rural (que favorece a Zandra), ni a la toma “en cámara lenta” de la medición (¿tres semanas?) y su publicación extemporánea (un par de semanas después de la labor de campo, en un momento de gran dinámica en la opinión pública); ni a indagar, por ejemplo, si la pregunta sobre la segunda vuelta se hizo antes o después de pedir la opinión de los entrevistados sobre la primera. Ni a conjeturar, vaya pues, que “el timing” de la publicación sea para maximizar la inducción de un voto tranquilizador para el sistema, que meta -a puro tubo- al francesito a la segunda vuelta. Nó. La voy a dar por buena. Como lo oye. Voy a asumir que el historial de los vaticinios de la encuesta de Prensa Libre da suficiente confianza como para considerarla una aceptable medición de la opinión pública en el momento en el que fue tomada. De hecho, voy a considerar que este ejercicio le ha hecho a Guatemala un enorme servicio público. La voy a considerar, nada menos, una aceptable “elección primaria, a la tortrix”. Y de eso, derivo las siguientes conclusiones...


En primer lugar, esta elección primaria nos indica que el voto disidente, medido sobre el total de “votos emitidos”, sólo con la suma de Villacorta (4.4%), Arévalo (2.5%), Pop (1.2%) y el voto nulo (11.5%), alcanza la cifra de 19.6%, por encima de “la puntera”, doña Zandra, que así medida, sacó sólo 18.1%. Y eso sin tomar en cuenta de que buena parte del voto por Mulet (11.4%) responde a un temprano “síndrome del menos pior”. Porque si asumimos que una fracción de ese voto (un tercio -3.8%, digamos), ya sabiendo los resultados de “la primaria”, “migra” al voto disidente, el voto disidente alcanza entonces la cifra del 23.4%, ¡más de cinco puntos! sobre la diva exguerrillera. En otras palabras, si el voto disidente se une, el cambio de régimen, es posible...


Viene mi exhortación: unamos todos los votos disidentes a favor de Villacorta. Si usted simpatizaba con Arévalo, por ejemplo, ya sabe que él perdió “la primaria” y aunque siga votando para el Congreso y las Alcaldías por Semilla, contribuya a concentrar el voto disidente para la Presidencia, en Villacorta. No hacerlo sólo favorece al régimen. Lo mismo le digo a los simpatizantes de Pop y a los de otra gran cantidad de “buenazos irrelevantes” en el centro-derecha, como Arredondo, Reyes y “perico de los palotes”. Ya no digamos a los simpatizantes del voto nulo. Reservemos esa protesta cívica sólo para el Parlacén, donde sí servirá de algo, ya que ahí sí podremos poner a prueba al sistema. Pero como demuestra la reciente “primaria”, en el caso de la Presidencia, en esa papeleta, el voto nulo es una protesta estéril. Volquemos ese voto disidente, mejor, en Villacorta, quien es un candidato inteligente, culto, preparado para gobernar y sobre todo, con el carácter para enfrentarse al régimen. No se equivoque: seguir insistiendo en la protesta estéril le hace el juego al sistema y no cambia nada. Por eso, con perdón de Aquiles Faillace y de Quique Godoy, le llamo a esa protesta estéril, “el voto mulo”.


Sé que le van a decir que Villacorta es “chairo”. Pero yo que lo conozco, sé que es un honesto social-demócrata, como es, por ejemplo, el primer ministro de Alemania; de ideología parecida, digamos, a la de Joe Biden y también a la de Emmanuel Macron. Es un pequeño empresario que sabe lo que es pagar una planilla mensual y que no va a “matar a la gallina de los huevos de oro”, sino a enfrentar la problemática social con empeño y responsabilidad, al tiempo que incentivará la inversión. Piénselo: hoy en día llega más inversión internacional a Costa Rica, que es más “social-demócrata” que nosotros, que a Guatemala, con su terco ultra-conservadurismo.


También le van a decir que Villacorta está rodeado de gente cuestionable y corrupta, de “esas lacras que vienen de la UNE”. Aunque “en todas partes se cuecen habas” y “quien esté libre de pecado que tire la primera piedra”, digamos que usted sinceramente está preocupado por ese tema. Entonces, vote por Villacorta para la Presidencia, y por otra agrupación para el Congreso. Yo, por ejemplo, siendo un liberal auténtico, votaré para el Congreso por los candidatos de CREO, pero entusiastamente por Villacorta para la Presidencia. La cosa es que hoy por hoy necesitamos -nos urge- un Ejecutivo rebelde, que con el apoyo de la ciudadanía de a pie, empiece a desmantelar a esta Cleptocracia abusiva y criminal que nos tiraniza.


Por último le van a decir -como le han dicho de Mulet- que Villacorta “quiere volver hueco a su hijo”. Que está “a favor de la Agenda 20-30” (¿?). Francamente, esa bizantina discusión de que la ONU y sus simpatizantes quieren potenciar a quienes tienen las preferencias sexuales de nuestro infame Presidente actual, no son más que “columnas de humo”, para no entrarle a la discusión de los verdaderos problemas de la sociedad guatemalteca. Los padres de familia, por ejemplo, aquí están preocupados de que la escuela no tiene agua, ni baños, no de si pueden entrar al baño niños y niñas... Ya dijo Villacorta que aunque él es tolerante de la diversidad sexual, eso no es una prioridad de su futuro gobierno; y que en todo caso, este tipo de controversiales políticas, de llegarse a considerar, se someterían a un proceso de “consulta popular”. El gobierno de Villacorta se preocuparía, fundamentalmente, de empezar a construir la República de todos los ciudadanos, y si queda, me consta, ya hay grandes grupos de inversión internacionales que quieren venir a desarrollar grandes obras de infraestructura, si dejamos de ser un país gobernado por la actual sarta de ladrones.


No puedo terminar este análisis sin referirme a Edmont Mulet. Considero que es un hombre decente, culto y bien intencionado. Por eso es, dadas las circunstancias, “mi segunda opción”. Pero “amor y aborrecimiento, no quitan conocimiento”. Ha exhibido un comportamiento político excesivamente contemporizador, penetrado por los cuatro costados por guardianes del sistema. Lo cual me indica que no tendrá los arrestos necesarios para iniciar las transformaciones que el país realmente necesita. De llegar a gobernar, y si bien nos va, será otro gobierno conservador (con disfraz social-demócrata), que coexistirá con el pacto de corruptos, al que tratará de “moderar”. Si nos va mal, las mafias seguirán empoderándose, haciendo más difícil nuestra emancipación final. En otras palabras, “más de lo mismo”, versión “light”. Por eso nuestras élites lo han escogido como “Plan B”. Como se les derrumbó el fascismo descarado de Sury y del Meme Conde, pues ven que esta opción es una tabla de salvación frente a un electorado que empieza a despertar. Pero no entusiasma. Ni a tirios ni a troyanos...


Sí ciudadano. Usted puede contribuir a que nos sacudamos el yugo que nos han impuesto por años nuestros grandes titiriteros. Contribuya a cambiar el pesimismo en la estructura informal de liderazgo de la nación, transmitiendo la fundada esperanza en un futuro mejor. Es posible. Este domingo el pueblo de Guatemala puede dar una gran sorpresa. Sólo la apatía puede condenarnos a constatar después que “todo pueblo tiene el gobierno que se merece”. No baje la guardia, contribuya a un auténtico y efectivo voto de protesta. No vote desde la primera vuelta por “el menos pior”, viendo “micos aparejados”, como quiere el sistema. Atrévase a apostar por el futuro. VOTE POR VILLACORTA, vote por una auténtica esperanza para la Patria.


¡Ahh! Y no olvide que tenemos estar vigilantes para que el “pacto de Corruptos” no intente robarse burdamente las elecciones. Los rufianes que actualmente nos malgobiernan creen que pueden comprar a todos los ciudadanos, incluyendo hasta los integrantes de la organización del ente electoral. Por eso ¡ojo! Apoye la auditoría ciudadana. Apoye a ese inesperado y ejemplar movimiento cívico. A la Guatemala sorpresiva. Es imperativo que se respete la voluntad popular. Hay que defender su voto. Hay que preservar lo que nos queda de Democracia. No se achicopale. ¡Apoye a Fiscal Digital!

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