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Ciudadanía clara ante un turbio panorama...

Foto del escritor: Ciudadano TorielloCiudadano Toriello

“CREEMOS FÁCILMENTE LO QUE DESEAMOS SEA CIERTO; Y LO QUE PENSAMOS, CREEMOS QUE LOS DEMÁS TAMBIÉN LO PIENSAN...” – Julio César, general romano, “favorito del dios Marte”.


No recuerdo otro momento de la vida política contemporánea de Guatemala en el que haya sido tan incierto, como ahora, el desenlace de un galimatías como éste en el que el régimen nos tiene enredados. Casi cualquier cosa podría pasar. Los grandes titiriteros (el gran Club Empresarial, el oscuro Club Militar y las mafias, viejas y emergentes) están enfrascados en sorda pugna interna. Por un lado, el Club Empresarial, “cerrando filas” tras Sury, apostando, como siempre, por la continuidad de una laxa política tributaria, “mano de obra barata” y un Estado castrado; y por otro, Zandra, “haciéndose los quites” y blandiendo sus cartas (pisto, “estructura”, conectes institucionales cruciales y la promesa de pragmatismo ideológico) frente a la “igualada” (según “los cabales”) mafia de Timo Chenko. El medio-galeno y Suguelito, por su parte, con mucho pisto malhabido, pero acorralados, buscando imposibles garantías de inmunidad futura, amenazando con “sacar” hoy a Sury y mañana, a Zandra; conscientes de la debilidad de su propio y deslucido plan oficialista. El Club Militar, muy bien infiltrado en ambos bandos (y en casi todo el espectro), “por si las moscas”. El hecho es que ambas “divas” son vulnerables “legalmente” y por eso están a merced del medio-italiano de Cotzumalguapa... por el momento. Los titubeos de Timo Chenko se han visto acrecentados porque las ratas “se le están bajando del barco” y porque “los y las” oportunistas (aún en las altas Cortes), saben que los funcionarios del Tío Sam ya perdieron la paciencia y que habrá, eventualmente, “ajuste de cuentas” (si nó que lo digan Genaro García Luna, el ex “hombre fuerte” del Presidente mexicano Felipe Calderón, o el catracho “JOH”).


En el estira y afloja, los güizaches del régimen ya “se volaron” a Thelma Cabrera; primero, porque con eso, creen haberle hecho un favor, cobrable, a Zandra. Pero, además, porque también creen que la “necesidad” de Sury se percibirá por el electorado con más urgencia, si hay una izquierda radical tomando carreteras y haciendo relajo. Favor, por cierto, también cobrable. Así, la descalificación del MLP, aparente torpeza política que le da una legitimidad al partido de CODECA que la mayoría del electorado le niega, para los gobiernistas representa “matar dos pájaros de un tiro”. Por otra parte, aunque el “Plan ¿Z?”, Meme Conde, “no levanta”, tampoco lo han abandonado del todo; sino que han tratado de apuntalarlo con más ¡dudosas! “compras” de diputados y alcaldes (sin tomar nota de que muchos son sólo escurridizos maestros en las artes de aferrarse a la teta del Estado, prestos a cualquier traición conveniente de última hora).

Algunos, en relación al apretado concurso de quién se lleva el codiciado título de “la vieja política”, piensan que “el arroz ya se coció” a favor de Sury. Pero el doctor sin pacientes -aunque no se los diga- no puede confiar ni en aquellos que le dicen -para ganarse su beneplácito- que hay un plan del Club Empresarial de “usar la carta China” (la de Xi, dizque a la Bukele), “en caso de que los del Norte se pongan muy exigentes cuando el del pasaporte italiano ya no esté en el zapotal”. Y entonces se mienten unos a otros y todos lo saben -o debieran saberlo. Por esas dudas es que quizá don Timo siga jugando “a dos bandas”, dejando -ambas en deuda con él- que “corran las dos”. O a lo mejor nó. Para acabarla de amolar, el tiempo se agota y un raro cangrejo ronda el palacio, uno que camina para adelante, en vez de para atrás. ¡Ojo, Perejil! O sea que todo depende (“¡Ah, los idus de marzo!” -habrían dicho en la antigua Roma) de si la guayaba se le cae al Chenko sobre la muleta derecha, o si sobre la del lado del reloj, o si en medio de las dos...


Mientras tanto, entre un amplio aunque aún relativamente silencioso rechazo a la continuidad del régimen, se perciben un par de desafíos crecientemente creíbles: a la derecha del centro, Roberto Arzú; y a la izquierda del mismo, el sorpresivo Manuel Villacorta. Roberto con la ventaja de haber tenido una exposición de medios más extendida y Manuel, aunque de persuasivo y encendido verbo, lastrado por inevitables competidores, como el partido Semilla (de los pocos partidos con militancia genuina), que apela al mismo segmento del electorado. Con su actitud desafiante y contestataria, Roberto ha ganado rápidamente popularidad entre un pueblo hastiado del “pacto de corruptos” y de la falta de sensibilidad social del régimen. Lo cual ha generado temor real entre los “suristas”; al punto de haber sido, terminantemente, “descalificado”, por un cada vez más cuestionado TSE, con el ambivalente instrumental “legal” de “la campaña anticipada”. No está claro, aún, que esta güizachada pueda “quedar firme” en la ahora ambivalente CC, pero el inocultable desasosiego del Club Empresarial en torno al crecimiento en las encuestas del Arzú “disruptivo” (al otro, lo aman), garantiza fuertes presiones para que, efectivamente, se “lo vuelen”. Paradójicamente, el mismo Club podría “regresarlo” a la contienda, si perciben que el también desconcertante Manuel -súbitamente- “sube mucho”, con tal de dividir el desafío al régimen. Como obligada nota complementaria, el ex diplomático que habla francés, percibido en muchos círculos como un contemporizador a ultranza, ha venido perdiendo credibilidad como potencial vocero del hastío con el régimen, con cada día que pasa. Ni que decir del “saco de los siete enanos”, donde la percepción -a veces injusta- es que casi todos son nuevas versiones de “más de lo mismo”. Y consiguientemente, si de veras se logran “volar” a Arzú, la oposición al régimen desde el centro, gravitaría a favor de Manuel Villacorta.


Si no fuera por el subdesarrollo político que el mismo régimen ha propiciado, la oposición habría podido presentar un frente relativamente unificado, tras la celebración de debates, de sencillas alianzas y de una elección “primaria”. Pero la arquitectura del sistema está diseñada -por unos titiriteros que realmente no creen en la democracia- para que eso no suceda: para que el centro moderado, azuzado por un deliberado proceso de polarización de larga data, se divida y así, que para los que simpatizan con Roberto, por ejemplo, les parezca muy “izquierdista” la postura de Manuel; y viceversa, que para los que simpatizan con Manuel, que Roberto es demasiado “derechista”. La Alianza para el Rescate de la Auténtica República Democrática (ARDE), intentó, también, sin éxito, encontrar un “vehículo electoral” disponible para plantear una propuesta auténticamente liberal, con una plataforma programática de liberalismo “quirúrgico”, que neutralizara a las fuerzas centrífugas que separan a quienes políticamente se sitúen, unos a la derecha y otros, a la izquierda, del centro. Pero el tramposo sistema, por ahora, tuvo éxito en impedirlo y por tanto, eso tendrá que quedar para las elecciones del 2027. Lo cual no quiere decir que no se pueda participar en estas elecciones, para tratar de inclinar el fiel de la balanza a favor de un gobierno decente, de transición a la civilidad, que combata la corrupción, que cese la persecución de cualquier disidente y que frene la abominable regresión institucional que viene sufriendo nuestra Patria, de manera tan evidente, desde el pésimo desgobierno de “Jimmy”...


En ese sentido, ciudadano, ya es posible arribar a ciertas conclusiones preliminares, en la búsqueda de las opciones más viables para defenestrar pacíficamente al régimen. Si no hay más sorpresas “que obliguen a regresar a la mesa de dibujo” y dejan correr a Roberto, la ciudadanía debería propiciar que “la segunda vuelta” fuese entre Villacorta y Arzú. Si mantienen “fuera de combate” a Roberto, opino que la ciudadanía consciente debería propiciar que “la segunda vuelta”, fuese entre Villacorta y Bernardo Arévalo, de Semilla, aunque el régimen quiera convencerlo de que ninguno de los dos “despegará”. Mientras tanto, un importante golpe sicológico en contra del régimen -que afectará el balance de poder real- es propiciar que el electorado capitalino vote masivamente por Roberto González -el famoso “Canela”- para Alcalde de la ciudad de Guatemala. El hastío de seguir con lo mismo y con los mismos, ya caló. “Canela” ya ha estado muy cerca antes de perturbar “el orden” y ahora el momento es muy propicio. Para todos los demás puestos de elección popular, la ciudadanía consciente debe -tras cuidadoso análisis en cada caso- sencillamente, “votar CPC”: “¡CONTRA el PACTO de CORRUPTOS!”.


Así es, la Patria no debe perder otros cuatro años, ciudadano. Por eso, lo exhorto a desoír los llamados al “voto nulo”, que con las “reglas de juego” impuestas por el régimen, es sólo una protesta estéril. También lo exhorto a no diluir su voto en opciones intrascendentes, sino concentrar su acción política en que nos desembaracemos del régimen, uno que -mutatis mutandi- ha gobernado al país el 90% del tiempo, durante toda nuestra vida independiente, con resultados tan obviamente calamitosos. “Ya estuvo suave” de estafar al pueblo con “el petate del muerto”, con aquello de que “son ellos o el comunismo”. Si usted quiere que nuestra sociedad se parezca a las del primer mundo, debe aprender a emanciparse -como hicieron los países hoy desarrollados- de los temores que cultiva el pensamiento ultra-conservador, ese que ha hecho de este país, uno de los más atrasados social, económica y políticamente, del mundo. A nadie deberemos darle “un cheque en blanco” de la chequera de la Patria, eso sí; pero tampoco podemos seguir encerrados en esa ridícula y simplona visión maniquea, la de “chairos” contra “fachos”, en la que el régimen nos tiene enfrascados, para seguirnos estafando.


Aunque sus corifeos digan otra cosa, los del PC, hoy están divididos y son débiles. Quizá aún no se han dado cuenta de qué tan débiles. Quieren creer en sus propias amañadas y prematuras encuestas. Es momento de alzarnos cívicamente contra ellos. Aunque ello aumentará el riesgo de que los más díscolos contemplen desde la interrupción de facto de las elecciones (¿con “tomas de carreteras” el día de las elecciones, azuzando o “echándole el muerto” a CODECA?) o intentando un fraude aún más burdo (además del estructural). Pero el tiempo se les acaba. El sentimiento de repudio del electorado al régimen, aún no ha tenido ocasión de evidenciarse claramente en las encuestas, pero es un fenómeno real e inexorable. Sí, el tiempo se les acaba. Tiene que estar alerta, ciudadano. Vienen mejores tiempos para la Patria, aunque algunos de sus malos hijos seguirán conspirando en contra. La agenda patriótica es clara: “Ni Zandra, ni Sury / ni el tal Meme Conde / ¡pues es Timo Chenko / quien atrás se esconde!”...


"Publicado en la sección de Opinión de elPeriódico el 28 de Febrero de 2023"

 
 
 

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